La calle Murallas quedó ayer despejada de los restos del derrumbe de una parte del talud aunque la vía permanecerá cerrada al menos hasta mañana cuando se produzca una reunión técnica en la que se decidirán las actuaciones a realizar a corto y medio plazo.

El suceso se produjo la madrugada del jueves al viernes de la semana pasada y desde este lunes se está retirando tierra de la parte superior de la ladera para evitar nuevos desprendimientos y ayer también la tierra que cayó en la calle, frente a las viviendas unifamiliares. Todos los escombros se están depositando en la parte superior para su análisis por los arqueólogos, dado que la zona ocupó parte de la antigua judería y también fue ocupada por los franceses durante la guerra de la Independencia.

Una excavadora de Alpesa, la empresa con la que el Ayuntamiento tiene un contrato de alquiler de maquinaria de apoyo a la Brigada de Obras, ha realizado los trabajos de emergencia para asegurar la zona en la que se produjo el desprendimiento, según señaló el concejal de Vías Públicas y Obras, Miguel Balbás. 

Ahora esta sección municipal ha decidido colocar una malla de protección anclada al suelo en la parte superior para evitar riesgos de caída, dado que es una zona del Castillo muy utilizada por los andarines. «Por seguridad se ha tomado esta decisión», añadió (...).

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