De una persona 'acorralada', a la que apuntan todas las sospechas sobre la comisión de un acto tan execrable como el triple crimen de Burgos, se podría esperar que a la mínima oportunidad desviara la atención sobre otra persona, sobre todo si esa persona ya ha estado en el foco de la Policía Nacional en algún momento. No es el caso de Ángel Ruiz, investigado por el triple asesinato de Salvador Barrio, Julia Dos Ramos y el hijo menor del matrimonio, Álvaro, ocurrido en la madrugada del 7 de junio de 2004. Cuando en la declaración como investigado ante el juzgado, cosa que ocurrió en 2017, la magistrada le preguntó quién pensaba que podía haber matado «de manera tan cruel» a la familia Barrio, Ruiz fue muy claro y muy tajante, al contrario que en muchas otras contestaciones, en las que se fue por las ramas: «Mire, yo nunca he creído que el chaval (por Rodrigo) lo hiciera, nunca, nunca, nunca». 

La jueza le insiste para ver si él tiene alguna teoría sobre la autoría del crimen, a lo que responde que «la gente en los pueblos es muy malvada, pero muy malvada, se les hace pensar algo o se hace creer cosas por un beneficio...(sic)». A la Sección de Análisis de la Conducta de la Policía Nacional, que analizó la declaración, le resulta «significativo» el hecho de que Ángel Ruiz «no intente eludir las acusaciones que se dirigen hacia él acusando a otras personas».

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