Ahora que son muchos más los Caminos de Santiago que se recorren y que la oferta para pernoctar es tan amplia, que 20.600 peregrinos sigan eligiendo el albergue municipal para pasar la noche tiene que ver, en buena medida, con el trabajo voluntario que llevan realizando desde su apertura los hospitaleros. Esa «acogida tradicional jacobea» que no puede ofrecer ni un hotel, casa rural o apartamento turístico es el aval que buscan determinados romeros y que el Ministerio de Cultura quiere proteger al iniciar el expediente que lo declare como «manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial».
En la Casa del Cubo que gestiona sin ánimo de lucro la Asociación de Amigos del Camino de Santiago cuentan con una veintena de hospitaleros que proceden de Burgos, pero también de fuera: «Su labor es voluntaria y los gastos que les supone estar aquí lo cubrimos nosotros», explica Jesús Aguirre, presidente de la agrupación. La otra gran distinción de la acogida tradicional es el carácter austero y el sistema fraterno de hospitalidad «como elemento definido, destacado, diferencial e identitario del Camino de Santiago».
En 2023 eligieron esta opción de hospedaje jacobeo cerca de 17.000 extranjeros (ocho de cada diez peregrinos), que son los que más días invierten en el Camino de Santiago, y más de 3.700 españoles.
Son cifras que aún quedan lejos de las que tenían antes de la pandemia y que quizá nunca se recuperen. «Esto no es Galicia donde confluyen todos los caminos. Aquí mantenemos la capacidad limitada a 120 plazas de las 150 que antes teníamos porque preferimos optar por la calidad. Y porque solo hemos colgado el cartel de completos en días concretos de mayo y septiembre. La oferta está muy diversificada», detalla Aguirre, recordando que todo lo que consiguen por las pernoctaciones lo invierten en el inmueble.
Precisamente el auge de otros modelos de hospedaje por la masificación de la Ruta Jacobea está haciendo que muchos de estos albergues tengan que cerrar. «La Acogida Tradicional Jacobea es una manifestación de creciente popularidad que se ve amenazada por este mismo éxito. La mercantilización y turistificación del Camino de Santiago y demás manifestaciones culturales asociadas pone en grave riesgo a la práctica objeto de esta declaración», dice el expediente publicado en el Boletín Oficial del Estado sobre tal tradición milenaria.
En el albergue de la Casa del Cubo, una vez superada la pandemia, esperan mantenerse al menos con este número de peregrinos que de momento les permite cubrir gastos. Porque su intención es continuar sin ningún tipo de ayuda económica municipal, como venían haciendo hasta la covid-19. Son italianos, coreanos, franceses y estadounidenses los que más han pernoctado en el albergue, mientras que los catalanes ganan por mayoría entre los españoles.