Es una mujer llamativa, de gran tamaño, que no deja indiferente a quienes desde hace unos días pueden cruzarse con sus expresivos ojos y su rostro, cargado de fantasía, pero a la vez de sinceridad y reivindicación. Una mujer, como explica su autora, la artista chilena Fiorella Podesta, creada para potenciar a la mujer. «Comunica la energía y lo que se necesita para poder sentirnos un poco más seguras de lo que somos y de lo que podemos llegar a ser, independientemente de donde estemos y de done vengamos», comenta la autora. 

Esta obra que acaba de concluir sobre la fachada de un bloque de viviendas en el barrio de Santa Catalina, resultó la propuesta seleccionada por parte del Ayuntamiento de Aranda en el concurso que convocó con la idea de crear un mural que se pretende inaugurar sobre el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. 

Durante las últimas tres semanas, Fiorella Podesta, encaramada a una grúa, ha ido cubriendo la pared. «Primero tiré líneas, para hacerme una idea de lo que iba a ser y de las dimensiones, y después fui creando la imagen con pintura en spray», explica la artista, que reconoce que le ha gustado poder trabajar sobre una fachada con varios años de antigüedad, «he querido respetar la pared original, dejando  de fondo el original para que contraste entre los llamativos colores. Eso sí, he tenido que dar doble capa de barniz, para protegerlo bien del frío y que aguante», afirma. 

Chilena de nacimiento, comenzó a pintar con siete años y a los 16 se trasladó a Miami, donde ha realizado gran parte de sus murales. «La pintura ha sido parte de mi vida siempre. Estoy muy contenta de haber podido hacer este en Aranda, además, de un tema tan importante y poderoso como este, que es con el que me he identificado yo siempre, las mujeres que nos inspiran a soñar y a crecer», comenta la artista, que da las gracias al Ayuntamiento de Aranda, a la Concejalía de la Mujer y a todos los que la han apoyado en este proceso. 

reacción de los niños. Sus obras se caracterizan por sus gorros gigantes, sus peculiares bocas y los llamativos colores. «Pinto mujeres que en el fondo me han ayudado a mi misma a procesar mi vida entera», afirma Fiorella Podesta, que ya está de vuelta en Miami, donde va a participar en el festival Art Basel creando dos murales. Asegura que lo que le ha resultado más difícil ha sido pintar con aire y frío y que ha disfrutado con las reacciones que su obra iba despertando en los más pequeños que pasaban junta a ella. «Creo que en este momento estamos viviendo una etapa en el arte muy interesante porque se nos está dando la posibilidad de hacer de nuestras calles un museo y ser parte de ese proceso, que creo que se va a quedar en la historia,