Técnicos de la asociación Grefa y agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León retiraron el viernes pasado 14 cadáveres de buitres leonados en el entorno de una granja de cerdos de Villaespasa. Todos habían fallecido en los últimos meses tras electrocutarse con tendidos eléctricos sin medidas de protección.
La ONG que desarrolla el Proyecto Monachus de reintroducción del buitre negro en la Sierra de la Demanda detectó movimientos de las aves que tiene monitorizadas con GPS por esa zona entre Tierra de Lara y Hortigüela, por lo que procedió a realizar una revisión para comprobar qué les resultaba atractivo en esta zona y de paso comprobar el estado de las líneas eléctricas.
El biólogo de Grefa observó el jueves pasado que había varios buitres, «ya viejos», electrocutados y lo notificó al Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Burgos, que al día siguiente movilizó a agentes medioambientales para comprobarlo sobre el terreno. En colaboración con Grefa localizaron y retiraron 14 cadáveres en 8 puntos de tendido eléctrico, «una barbaridad», según la experiencia acumulada por el técnico que trabaja en el Proyecto Monachus. Si bien todos eran leonados y no buitres negros, la especie con la que están trabajando, sí preocupa la incidencia futura que pueda tener.
Los agentes medioambientales levantaron actas y han comunicado la incidencia a la Junta de cara a corregir las posibles deficiencias de aislamiento en el tendido eléctrico. Cuando comenzaron a trabajar en la zona de Huerta de Arriba ya hicieron una revisión y se solicitó la corrección de aquellos puntos con peligro, las instalaciones más antiguas. Aunque quedan por modificar, se prioriza las zonas con mayor mortalidad, Grefa destaca la positiva respuesta y la colaboración de las compañías eléctricas.