José Andrés Peña Bergas se hizo con la propiedad del palacio de los Marqueses de Cuevas de Velasco en 2017 y enseguida inició un largo periplo en busca de la colección de valiosos cuadros que poblaban las estancias del que fuera pabellón de caza de los reyes. Cuando comprobó que el magnífico lienzo El apóstol Santiago en la batalla de Clavijo, atribuido al pintor Orazio Borgianni (Roma 1575-1616), ya no se encontraba en el altar mayor de la capilla dedicada a Santiago Apóstol comenzó a seguir su pista y supo que lo habían vendido por 19.000 euros en 2020, tras un primer intento de darle salida por 80.000 en 2018. Tras muchas gestiones con el director de la casa de subastas madrileña que realizó la operación, le acaba de exigir por burofax su devolución mediando una «solución amistosa». Si no llega, Peña Bergas anuncia que adoptará las medidas legales oportunas.
El propietario del palacio, que planea su restauración comenzando por la cubierta, considera que el magnífico lienzo de 2,06 metros de alto por 1,78 de ancho, atribuido al pintor manierista «constituye la parte principal del retablo de la iglesia del palacio y tiene protección como parte integrante de un BIC», Bien de Interés Cultural. Asegura que «dicho cuadro fue sustraído de su emplazamiento, recortándose de su marco original del siglo XVII», que continúa en el altar de la capilla, y que como integrante de un BIC debe de regresar a su lugar original. José Andrés Peña advierte al responsable de la subasta de óleo de «las graves sanciones económicas que conllevaría una nueva venta del cuadro en el extranjero, al ser éste parte integrante del patrimonio histórico español».
Y por todo ello, exige su devolución, a priori, amistosa y lo más rápida posible. Desconoce quién pudo sacar del palacio este lienzo, aunque todo apunta a alguno de sus anteriores propietarios, una larga lista de herederos del escultor vasco Quintín de la Torre, que estaban repartidos por Nueva York, París, Méjico o Bilbao, entre otros puntos. Fue el escultor, quien lo compró a principios del siglo XX a la familia que generación tras generación lo había ido heredando. Pero en 2017, el palacio regresó a manos de un descendiente de la Casa de los Velasco Señores de Santelices y que, a su vez, desciende de los condes de la Revilla, José Andrés Peña Bergas.
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El empresario, radicado en Madrid, pero que visita asiduamente la comarca y su casa familiar en Santelices de Valdeporres, planea convertir el palacio, con 1.500 metros cuadrados construidos y una extensa parcela a su alrededor, en centro de congresos, eventos o museo. Para esto último necesitaría recuperar la mayor cantidad posible de la colección del palacio que a finales del siglo XIX fue vendida al entonces propietario del palacio de Soñanes en Villacarriedo (Cantabria), Fernando Fernández de Velasco. De ahí, la colección fue disgregándose entre diferentes manos, pero Peña se muestra orgulloso de haber recuperado dos lienzos. Uno que podría haber sido pintado hacia 1630 muestra una panorámica del palacio y el otro es un retrato de Gaspar de Velasco, atribuido a Domingo de Carrión, discípulo del taller de Velázquez, y pintado en Madrid en el año 1643.