La UBU lanzará en enero, cuando se retome la actividad docente tras las vacaciones de Navidad, su particular 'blablacar' para los miembros de la comunidad universitaria. Hasta el momento, cerca de un centenar de personas, ya sean profesores, personal de administración y servicios, o estudiantes, han mostrado su interés en utilizar este sistema de coche compartido que permitirá maximizar la capacidad de los vehículos disponibles y minimizar el tiempo del recorrido.

Detrás de esta iniciativa, conocida por su término en inglés Carpooling, se encuentra el catedrático de Economía Aplicada Joaquín Pacheco, encargado ayer de impartir la charla informativa para dar conocer este recurso que, en principio, solo podrán usarlo quienes formen parte de la institución académica. La facilidad de su manejo es una de las características a destacar, ya que los interesados solo tendrán que registrarse en una página web creada a tal efecto en la que deberán incorporar sus datos personales, el lugar en el que se encuentra y el punto del campus al que quiere dirigirse, incluyendo también el de Miranda de Ebro. De igual forma, deberá dejar claro si es pasajero o conductor del vehículo, así como la capacidad del mismo.

«Con todos estos datos, el sistema asigna automáticamente pasajeros a conductores, buscando las compatibilidades que permitan reducir el tiempo y aprovechar las plazas disponibles», explica Pacheco, al tiempo que agrega que la Universidad, como institución pública que es, no realizará cobro alguno por la gestión del sistema, y deja en manos de sus usuarios el importe del mismo con la recomendación de un coste de 40 céntimos, acorde con las tarifas del autobús (0,24 euros si se dispone del abono y 1,20 euros el billete ordinario).

La intención de la Universidad de Burgos pasaba por poner en marcha este sistema con anterioridad, si bien el catedrático precisa que este retraso se ha debido a la prolongación de los ensayos realizados para pulir al máximo su funcionamiento y que este no provoque incidencias cuando ya se encuentre en funcionamiento. «Hemos estado haciendo pruebas con datos reales de usuarios y parece que el sistema está bien depurado», manifiesta en referencia a una herramienta desarrollada con métodos matemáticas e informáticos, y sistemas de información geográfica.