Fue una de las investigaciones policiales más complejas y también sonadas incluso a nivel nacional. La instrucción judicial, que se ha alargado durante casi cinco años, no ha sido menos engorrosa. Finalmente, los dos encausados en la llamada Operación Reala se sentarán próximamente en el banquillo de los acusados como presuntos autores de un delito continuado de estafa. La Fiscalía sostiene que J.C.M.M. y S.M.D., gestores de las residencias de ancianos Real y Antigua, se aprovechaban del deterioro cognitivo y físico de personas que tenían a su cargo para firmar poderes a su nombre y quedarse con todos sus bienes. Estima que el total defraudado roza los tres millones de euros, por lo que les pide a cada uno de ellos 8 años de cárcel y una multa de 11 millones. 

Según el relato del Ministerio Público, ambos realizaban labores de gestión y administración de las residencias geriátricas Real y Antigua de la calle Los Titos, en Gamonal, y la que se encuentra en la calle Huesca, en San Pedro y San Felices. Lo hacían a través de diferentes mercantiles en las que figuraban alternativamente como administrador único o apoderado de los asilos.

Una de las primeras cuestiones que observa el escrito de acusación es que entre 2006 y 2019 algunas de las sociedades sufrieron pérdidas salvo una que presentaba ganancias. Supuestamente, el patrimonio de J.C.M.M. no hizo sino aumentar a costa de varios residentes de los centros. 

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