Las nuevas generaciones y las veteranas, los efectivos de seguridad y emergencia y los vecinos, el negro pasado de reclusión y enfermedad frente a un futuro incierto pero esperanzador, los grandes actos y los pequeños gestos, quienes se fueron y los que vendrán. No ha sido fácil encontrar el equilibrio para representar las dos realidades que conviven en el mundo de la pandemia, que viven y trabajan codo con codo, aunque a veces dé la sensación de que discurren por caminos paralelos y distantes.
Todos ellos confluyen en este muro de responsabilidades y agradecimientos que ha creado Alberto Teijeiro (@feelallcolors), con diseño de Santiago Puertas (@spthenas), y que recibe a quienes llegan a Santa María del Campo desde Mahamud por la BU-101. No ha dibujado a los jóvenes, en la diana por los últimos brotes -«no todo es culpa de ellos»- pero están representados, pues sin ellos sería imposible imaginar el pueblo dentro de dos décadas. Les simboliza la nueva plaza Miguel Delibes, en el centro de la composición y en paralelo a la bella torre de la iglesia, en la que caben las generaciones «que ya estaban» y que tanto han enseñado a todos sus descendientes.
Esos son los dos ejes del mural que el martes estrenó Santa María del Campo en homenaje a quienes han bordado su papel durante los meses de confinamiento, unos en primera línea y otros tras la ventana de casa. «Que la misma responsabilidad que han demostrado ellos la tengamos ahora nosotros», rogó Dositeo Martín, el alcalde. Mientras el delegado de la Junta, Roberto Saiz, aventuró que vienen «tiempos complicados» pero también salió en defensa de la juventud -«no se puede generalizar»- y tranquilizó a los vecinos sobre la situación de su zona, con solo un positivo en los últimos días.
Teijeiro, un rotulista profesional a quien el coronavirus ha enviado al paro, ha dedicado dos semanas a pintar con espray esta obra -la segunda que firma en su pueblo- «de dimensiones tan grandes que hasta ahora nunca había trabajado», líneas anchas y tonos vivos que espera sean premonitorios de «un nuevo futuro», amén de testigos del agradecimiento que recibieron de viva voz los bomberos del parque de voluntarios de Santa María del Campo y en diferido, pues el trabajo no les permitió acudir, la Guardia Civil y los sanitarios, en especial los del centro de Pampliega.
Posteriormente, el delegado territorial de la Junta visitó la zona polideportiva y de ocio de Santa María, en la que se ha habilitado la nueva área de autocaravanas. Allí saludó a Marga y Rafael, una pareja barcelonesa en ruta a Galicia, que se declaró encantada por la amplitud de las instalaciones y su practicidad, no muy común en otros lugares de España. «Llaman área a muchas cosas» se quejaron.
También accedieron a la piscina, cerrada este verano por decisión municipal, donde Saiz aclaró por enésima vez que la mascarilla es obligatoria si no se puede mantener la distancia interpersonal de 1,5 metros. Justo cuando terminó, empezó a descargar la tormenta.