Luis Conde Díaz fue elegido ayer presidente del Patronato de la Fundación Cajacírculo en una votación caracterizada por la falta de unanimidad de los 17 integrantes de este organismo de dirección. Le acompañarán en la vicepresidencia primera el que ha ejercido como presidente de Cajacírculo en los últimos días, José Manuel López Gómez, y en la vicepresidencia segunda, Ana Gemma García-Tuñón. Como secretario del Patronato ejercerá Luis Alfonso Manero Torres y como director general, Luis Bausela.
Aunque en el Patronato están representados los seis grupos en los que se estructuraban los órganos de gobierno de la antigua caja de ahorros, tres de los cuatro representantes de la Entidad Fundadora, el Círculo Católico, ocupan la Presidencia, la Vicepresidencia Primera y la Secretaría. La Vicepresidencia Segunda cae en manos de una de las dos representantes de las Cortes.
El grupo más numerosos, el de los impositores, con 5 miembros, no ostentará ningún cargo; como tampoco el de las corporaciones locales (3), empleados (2) y entidades de interés general (1).
Las votaciones nominativas de ayer contaron con el respaldo mayoritario de 13 consejeros y la abstención o la oposición de los demás, vinculados a los empleados y contrarios, como ya denunciaron en la última Asamblea General, no tanto a las personas elegidas -en el caso del presidente- sino al reparto del poder que contemplan los estatutos de esta nueva institución.
El acuerdo alcanzado ayer, junto con el de la última Asamblea General, será remitido a la Consejería de Economía y Empleo, organismo que tendrá que dar el visto bueno a la Fundación para que esta quede inscrita en el registro de la Junta de Castilla y León.
La Fundación Cajacírculo cuenta con un patrimonio de 43.117.000 euros, procedente de la Obra Social de Cajacírculo y también las actividades empresariales como la Constructora Benéfica del Círculo Católico, que posee un amplio patrimonio en pisos y locales en alquiler repartidos por toda la capital y la provincia.
La Fundación se nutrirá económicamente de los recursos propios de esta actividad y de los dividendos que genere la participación en el 3,5% del accionariado de Ibercaja Banco, grupo en el que se ha integrado su estructura financiera. Alrededor de cien empleos dependerán de ella.
Según los cálculos de la Dirección General, esta actividad empresarial y los dividendos de Ibercaja permitirán «asumir en su integridad todos los gastos de personal de la Fundación y otros gastos generales, de manera que no se detrae un solo céntimo de la Obra Social».