Patrimonio Nacional ha decidido parar la tala de árboles que se estaba realizando en el parque del Parral y encargar un nuevo informe sobre el estado de los ejemplares. Hasta ahora se han cortado una treintena, pero el proyecto contempla 107. La visita del Seprona ha sido determinante para tomar esta decisión. El resto de los trabajos previstos sigue adelante.
Las obras comenzaron a finales de mayo con las talas y el derribo de la pista de skate. El Ayuntamiento alertó de las talas y pidió explicaciones a Patrimonio Nacional. Hace dos días se presentaron en el parque miembros del Seprona de la Guardia Civil y hoy de nuevo han visitado la zona y han advertido del "riesgo que la tala de estos ejemplares supone en la nidificación de algunas aves". Inmediatamente, el organismo estatal ha decidido aplazar el apeo del arbolado enfermo y solicitar un nuevo informe para decidir cómo proceder.
Desde Patrimonio Nacional insisten en que la propuesta de apeo de los 107 árboles, todos ellos con importantes patologías, ha seguido la recomendación de un informe técnico de la Escuela de Montes de la Universidad Politécnica de Madrid, que alertaba del peligro de mantener los ejemplares en pie. Fuentes de este organismo afirman que la prioridad es mantener la seguridad de los usuarios del parque y los trabajadores de la obra.
Desde esta institución se asegura que el proyecto de recuperación del parque "ha sido consensuado con el Ayuntamiento en su integridad". "El proyecto se presentó en el Ayuntamiento previamente a su inicio y todo el proceso de obrase está realizando con su visto bueno", indicaron fuentes de Patrimonio Nacional, al tiempo que recordaron que se plantarán 407 árboles nuevos y 4.000 arbustos.
Por otro lado, el Ayuntamiento asegura que Patrimonio Nacional introdujo «cambios» en el proyecto que remitió para solicitar la licencia, al incorporar la tala de estos ejemplares de «interés ecológico». En este sentido, añaden, se les trasladó que el trabajo debía haberse atenido a lo previsto en el plan director, en el que se afirma que «resulta prioritaria la conservación de estos ejemplares (chopos trasmochos) allá donde sea posible, realizando para ello los tratamientos periódicos en las copas para la reducción del riesgo de roturas». Además, recuerda que las talas deben hacerse durante el invierno.
Según indican desde el Ayuntamiento, del valor de estos ejemplares ahora talados queda constancia en el dictamen de la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, y que fue adoptado el pasado 4 de marzo, donde se apunta que "dado que uno de los objetivos principales del proyecto es la creación de un refugio de biodiversidad y considerando el alto valor ecológico que presentan los chopos trasmochos autóctonos, que sirven de refugio a una variada fauna, se valorará restringir su eliminación a lo estrictamente indispensable por razones de seguridad, y programase trasmochados periódicos para evitar la formación de copas que produzcan problemas de seguridad a los visitantes por caídas de ramas". No hay constancia de que se haya realizado dicha valoración.