La renovación del alumbrado público en Briviesca por luminarias de tecnología led levanta ampollas entre los vecinos de algunas calles cinco años después. La «poca intensidad de luz» con la que conviven en calles céntricas de la ciudad, como Pedro Ruiz, la carretera Valdazo, el camino San Francisco o el cruce del paseo de la Taconera con la vía Mencía de Velasco genera «incomodidad e inseguridad» a ciertas horas. Las quejas de los afectados llegaron al Ayuntamiento poco después de la sustitución (2019) y a pesar de que desde entonces han pasado por el despacho de la alcaldía dos regidores más, el socialista Álvaro Morales y el popular José Solas, el descontento continúa al no incrementarse la intensidad lumínica.
Javier reside en la carretera Valdazo, «la boca del lobo», como él la denomina, y asegura que necesita alumbrar con el teléfono móvil la cerradura de su domicilio para acertar con la llave. «Vivimos en una ciudad en tinieblas desde hace cinco años», denuncia reiteradamente. En una situación similar se encuentra Paola. La vuelta a casa con el carrito de su bebé por las tardes es toda una odisea. Sortear los obstáculos, las baldosas levantadas o subir y bajar los bordillos en el camino San Francisco no resulta tarea fácil sin apenas luz mientras conduce el coche.
La estampa no mejora en otras zonas más céntricas de la ciudad y la propia calle Mayor, a la altura del número 47, «carece de iluminación suficiente», comenta José Luis. Tanto él como otros habitantes han transmitido en varias ocasiones a María Guimarey, edil de Ciudadanos que aprovecha los plenos para recordarlo, la necesidad de que se «tomen medidas cuanto antes».
La puesta de sol anuncia también la hora de abandonar los parques infantiles porque la falta de luminarias impide que los más pequeños jueguen con seguridad. Tras años de peticiones por parte de los padres, el Ayuntamiento ha destinado 12.000 euros a la incorporación de farolas en La Florida, una obra ya adjudicada que «arrancará en breve», según informa la concejala de Hacienda, Marta Álvarez.
Otro de los puntos de la ciudad que urge un lavado de imagen -en todos los aspectos- es el polígono industrial La Vega, donde los trabajadores y transeúntes «apenas vemos por donde vamos cuando cae la noche», critica otra vecina. El paso de cebra en el que hace dos años un turismo arrolló a una estudiante por falta de visibilidad (en la avenida Félix Rodríguez de la Fuente) continúa sin iluminarse, a pesar de las reclamaciones de los viandantes.
La edil confirma que los Presupuestos del próximo ejercicio - de los cuales no adelanta ninguna otra información- contemplan una partida destinada a «intervenir en los pasos para peatones y ganar seguridad». Respecto a un posible incremento de puntos de luz, manifiesta que se «revisarán todos».