Sobre los escarpados riscos de la Yecla anidan unas 200 parejas de buitres, el animal que mejor se identifica con este espacio natural. Allá por los años 50 desaparecieron, con la construcción del túnel, los últimos quebrantahuesos, una pareja que recogieron en sus investigaciones Félix Rodríguez de la Fuente y algunos destacados zoólogos. Esta especie quedó extinguida, aunque aún se pueden ver restos de algún nido en la entrada al desfiladero. De hecho, tanto el alimoche común como el quebrantahuesos se consideran un tipo de buitre, en el 'Viejo Mundo', aunque sus características difieren en el continente americano.
Ahora, en memoria de estas aves rapaces, el Centro de Iniciativas Turísticas de Santo Domingo de Silos ha promovido erigir una escultura que proporcione a este espacio natural un nuevo atractivo y todo ello cuando la Fundación del Patrimonio Natural de Castilla y León ejecuta el proyecto de instalación de nuevas pasarelas en este espectacular enclave, integrado en el parque natural Sabinares del Arlanza-La Yecla, además de que el año pasado se habilitó un aparcamiento.
La idea del CIT de Silos ha sido bien acogida por el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la junta y la propia Fundación, y será ésta quien sufrague el coste de la obra que ya está a punto de 'levantar el vuelo'. La obra la está haciendo el incansable Cristino, que a finales de este mes o primeros de febrero podría ya tener concluido su particular buitre, una escultura de hierro a tamaño natural, que quedará instalada probablemente sobre una gran roca junto a las nuevas pasarelas. La piedra, que será el pedestal sobre el que se asentará el buitre -que adopta una posición cercana a desplegar las alas- ha sido donada por la empresa local de Fausto y David.
Cristino, como en casi todas sus obras, está haciendo la escultura en hierro reciclado. Una vez realizado y montado el armazón, con la cabeza incluida, va rellenando el mismo fundiendo las piezas que conforman el plumaje unas con otras. Antes, Cristino perfiló sobre el papel unos cuantos modelos de buitres en distintas posiciones, sobre todo deteniéndose en la cabeza y su peculiar pico. Se decidió por darle una forma con la alas a punto de desplegar.
Aunque en el gran espacio del parque natural, el buitre parecerá una obra minúscula sus dimensiones son grandes, 2,10 metros de altura por 1,80 de ancho, mientras la envergadura, desde el pico a la cola, superando los 2 metros. Su peso rondará los 200 kilos.
Al tratarse de una obra realizada con hierros reciclados, una vez finalizada llevará una pátina en óxido para que se integre en la naturaleza. El artista burgalés explica que ese acabado hará que en otoño quede perfectamente identificado con el colorido que proporciona la caída de las hojas, al igual que en verano con los tonos ocres. Además, añade Cristino, la climatología dará a la escultura su propio carácter; el frío y los hielos irán conformando su color integrado perfectamente con el espacio natural de La Yecla, y que no desentonará con las obras que está llevando a cabo la Fundación del Patrimonio Natural. «Yo creo que va a llamar la atención en una zona espectacular donde cada vez que pasas se ven volando decenas de buitres; da gusto verlos sobre las rocas y el peñón. Yo creo que la Junta ha acertado con estas obras nuevas en La Yecla y también en acoger la idea del CIT de Silos, que partió directamente de José María Palomero, vicepresidente de la entidad, y que asumió el resto de la directiva», explica Cristino, que no quiere entrar en debates sobre si se llamará buitre o quebrantahuesos, muy parecidos ambos, pero éste último más pequeño. Él lo tiene claro, su escultura representa un buitre similar al que sobrevuela los riscos de la Yecla, y que es el ave que actualmente se identifica con la zona. El presupuesto ronda los 6.000 euros.
El presidente del CIT, Enrique López, también está encantado con la idea, y cree que será una aliciente más en las visitas a La Yecla y que animará a todos los visitantes a hacerse fotos junto a la escultura de Cristino.