Proponen a Igualdad recuperar el lavadero de Entrehuertas

A.B. / Miranda
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El divulgador José González Grijalba diseña un proyecto de 89.000 euros, como máximo. El programa incluye una ruta para homenajear el papel de las mujeres en la historia de Miranda

En la actualidad solo quedan unas ruinas visibles del antiguo lavadero, aunque González asegura que debajo de la tierra se conserva más parte de la estructura original. - Foto: A.B.

Miranda cuenta con un amplio listado de elementos patrimoniales que antaño formaron parte del día a día de sus vecinos, pero que con el paso del tiempo han ido cayendo en el olvido. O incluso han quedado sepultados bajo la tierra, como ocurre con el antiguo lavadero situado en la zona de Entrehuertas, a unos pocos metros del Conservatorio Elemental de Música Dionisio Díez. Ahora bien, el divulgador y miembro de las asociaciones Amigos del Castillo y Renacimiento del Centro Histórico, José González Grijalba, acaba de presentar una propuesta recuperación al Ayuntamiento para restaurar este emblemático recinto del siglo XVIII.

El objetivo esencial que persigue la iniciativa ideada por González, y que ya ha transmitido a la Concejalía de Igualdad, pasa por «homenajear» a la figura de la mujer en la historia mirandesa. Por eso mismo su proyecto no solo incluye una intervención urbanística para restaurar el lavadero, a cuyas ruinas se pueden acceder desde el Conservatorio o desde la Carretera de Orón, sino que también propone crear una ruta explicativa por la zona en la que se haga hincapié en las actividades, tradiciones y el trabajo que desarrollaban las mirandesas durante los últimos siglos.

El propio González también ha facilitado a la Concejalía de Igualdad documentación con varios presupuestos. El más caro de ellos asciende a 89.000 euros, porque contaría con pilares de piedra y sería desarrollado por una empresa externa al propio Ayuntamiento. En cambio, los más baratos apenas superan los 10.000 euros, ya que en estos casos la mano de obra correría a cargo de la brigada municipal. El divulgador, además, ha incluido tanto la opción de emplear hormigón como la de utilizar madera en las caras laterales, de tal forma que se abarataría la construcción. Por ejemplo, si se usaran tablas y se externalizaran las labores, el coste se quedaría en los 74.000 euros.

Debajo de esa nueva plataforma, que contaría con una cubierta de tejas, estaría el propio lavadero original. Y es que, aunque la tierra lo ha tapado por completo y solo quedan unas ruinas visibles en la cara lateral, González destaca que se podría recuperar casi íntegramente y hacer que el agua vuelva a fluir por ese lugar.

Historia. José González Grijalba ha estudiado en profundidad esta antigua construcción y ha llegado a la conclusión de que, en sus orígenes, pudo ser un abrevadero para ganado, una fuente o incluso una ermita, puesto que en su base se puede observar una pequeña escultura ya muy desgastada en la que se atisba a San Antón Abad. En cualquier caso, tiene muy claro que el lavadero como tal se habilitó a finales del siglo XVIII, después de que se reunieran diferentes manantiales de una poza. El objetivo era ayudar a las mujeres que necesitaban un soporte así, puesto que este divulgador recuerda que era muy común la falta de agua en los domicilios, las crecidas del caudal del Ebro y del Oroncillo, el exceso de pequeños insectos en otros puntos de la ciudad y, además, el incremento de viajeros y de lugares para hospedarse que se registró en Miranda a lo largo de esa época.