«Llevamos alrededor de cuatro años sin un médico titular», denuncia Javier Arroyo, alcalde de Moradillo de Roa. La falta de un facultativo que de servicio a la zona se ha convertido en la principal razón que ha movido a cuatro pueblos de la Ribera del Duero a unirse para solicitar una mayor presencia de profesionales sanitarios en sus consultorios. En un escrito que remiten a la Gerencia de Atención Primaria y al Coordinador del Área Rural, expresan su preocupación ante la situación actual y les reclaman una solución para devolverles un servicio que permita atender a una población cada vez más envejecida y carente de recursos para movilizarse a otros lugares.
«Dependemos de que los médicos de municipios vecinos cubran nuestras necesidades. Al final, tienen que ser los titulares de otras plazas quienes hagan un encaje de bolillos para desatender a sus pueblos y pasar consulta en los nuestros», explica Manuel Cereijo, concejal de Fuentenebro. Estas localidades, que en un principio contaban con hasta tres visitas semanales, han ido perdiendo consultas hasta reducir su número al mínimo. «En Fuentenebro sólo tenemos doctor un día, pero en Aldehorno y La Sequera, solo cuentan con cita presencial de enfermería», aclara Cereijo.
La única solución que se ofrece a estos dos municipios a los que no va el médico es que utilicen el consultorio de Moradillo. «El problema de los desplazamientos vuelve a residir en el envejecimiento. Las personas que precisan de estos servicios no suelen disponer de medios que les permitan moverse al pueblo vecino», dice Roberto Arroyo, alcalde de La Sequera de Haza.
Tanto en el caso de esta localidad como en el de Aldehorno el censo de cartillas sanitarias se reduce mucho, lo que provoca que les hayan limitado las visitas al mínimo. «Está bien que refuercen los consultorios en verano, cuando tenemos más población, pero nosotros necesitamos médico todo el año, no solo en momentos puntuales», reclama Roberto Arroyo, que recuerda que en sus 20 años como alcalde, ha visto como se pasaba de contar con profesionales hasta tres veces en semana a no tener ni una sola consulta disponible.
Las citas telefónicas tampoco se perciben como una alternativa viable. «Cada vez que hay una urgencia y avisan de un cambio de horario, dejan a una persona mayor al otro lado del teléfono desatendida», comenta el concejal de Fuentenebro. A esto se le suma la dificultad que a muchos les supone pedir cita a través de un dispositivo móvil o un ordenador.
«No se puede permitir que nuestros vecinos se sientan como ciudadanos de segunda», aseguran los representantes en el comunicado enviado, en el que reclaman más incentivos y atractivos para los trabajadores médicos en las zonas rurales.