El buque escuela de la Armada española Juan Sebastián de Elcano ha zarpado este mediodía del puerto de Cádiz para realizar, con la Princesa Leonor a bordo, su 97 crucero de instrucción.
Los Reyes de España han presidido la despedida del buque, en el que su hija, y otros 75 guardamarinas realizarán una travesía de casi seis meses.
Al igual que los reyes, más de 1.600 familiares de los 76 guardamarinas han acudido al muelle de Cádiz para esta despedida del casi centenario bergantin-goleta, donde se han vivido escenas de emoción ante la partida de los futuros oficiales de la Armada y la dotación del buque.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el alcalde de Cádiz, Bruno García, han recibido a los reyes a bordo de Elcano, donde se han despedido de su hija. A su llegada se han rendido honores al monarca con 21 cañonazos y 7 vivas a España, mientras que la ministra de Defensa, Margarita Robles, que ha subido al buque poco después debido a que la niebla ha retrasado su llegada, ha sido abucheada por los familiares de los guardiamarinas.
En las últimas horas en tierra antes de partir, la Princesa de Asturias tomó parte, a primera hora de la mañana del sábado, en otra de las tradiciones previas de los guardiamarinas antes de partir en este crucero de instrucción, la asistencia a una misa en el Convento de Santo Domingo de Cádiz y la salida en procesión con la imagen de La Galeona hasta el muelle del puerto.
Allí estuvieron los familiares de los guardiamarinas para despedir a los futuros oficiales de la Armada que se embarcaron en esta travesía, que tiene como base de salida y llegada el muelle de la capital gaditana, a donde llegaron los reyes para presidir el acto de despedida del buque.
Felipe VI, que hizo este crucero de instrucción en 1987, y doña Letizia subieron a bordo de este casi centenario bergantín-goleta para saludar a la tripulación y despedir a todos los guardiamarinas que atravesarán el Atlántico, tras lo que los compañeros de la princesa Leonor dieron sus últimos abrazos a sus familias antes de zarpar.
Los Reyes siguieron desde otro buque de la Armada la salida a la mar del Juan Sebastián de Elcano, en el que su hija, la heredera de la Corona, completará su formación naval.
Desde que llegó el pasado miércoles a Cádiz para embarcarse en el buque escuela, la princesa ha participado en varios de los tradicionales actos de los guardiamarinas, como la tradicional recepción que ofrece el Ayuntamiento de la ciudad, la ofrenda floral en el Panteón de Marinos Ilustres, ubicado en la Escuela de Suboficiales de la Armada en San Fernando, y la ofrenda a la Virgen del Carmen, patrona de la Armada.
Aunque estos días previos no ha dormido en el barco, la princesa, junto con el resto de sus compañeros, ha pasado varias horas a bordo para conocer los espacios en los que convivirán con la dotación del buque, que en total llevará a bordo a 250 personas, las rutinas de sus jornadas y los trabajos que les esperan a bordo.
Así, en el barco atracado, Leonor de Borbón hizo el pasado jueves uno de los ejercicios más llamativos que ejecutará durante su instrucción naval, la subida a uno de sus cuatro palos, de casi 50 metros de altura, para maniobrar con las velas.
Tras partir de Cádiz, el buque Juan Sebastián de Elcano llegará la próxima semana a Canarias. El recorrido, de seis meses, incluirá además Uruguay, Chile, Perú, Panamá, Colombia, República Dominicana, Estados Unidos y, de vuelta a España, Gijón y Ferrol antes de su llegada a la Escuela Naval Militar en Marín, el 14 de julio y su posterior regreso a Cádiz.
Aunque Leonor de Borbón desembarcará en Nueva York para volar a España y permanecer un mes a bordo de una fragata, antes de volver a unirse a sus compañeros, en el último tramo del crucero, en Gijón, el 7 de julio.