El Hereda San Pablo se jugará su presencia en la ACB la próxima temporada en una Final Four de ascenso a todo o nada. Lo hará el fin de semana del 17 y 18 de junio en el Coliseum con un formato de semifinales y final a partido único. Sin margen de error. Un mal día y se queda fuera. El conjunto burgalés se ha movido bien a lo largo de su historia en esa delgada línea entre el éxito y el fracaso, pues ocho de los 10 últimos compromisos disputados a vida o muerte los ha saldado con victoria. Esa eficacia a la hora de la verdad le sirvió para coronarse bicampeón de la Basketball Champions League y para levantar una Copa Intercontinental. A la hora de la verdad, los azulones casi siempre han dado la cara.

Los recientes éxitos del San Pablo no se entenderían sin su contundencia en las fases finales. Ese camino triunfal comenzó en la Final Eight de la Champions 2019/20. El conjunto entonces dirigido por Joan Peñarroya fue apartando del camino a los favoritos hasta proclamarse campeón. En cuartos, aplastó al Hapoel de Jerusalén israelí, en semifinales se deshizo del JDA Dijon francés y en la gran final tumbó al AEK de Atenas en su propio estadio. Tres de tres.

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