Grego Sierra llegó a Burgos para aportar experiencia en la retaguardia blanquinegra. Venía de jugar 34 encuentros en el Sabadell y debía convertirse en una de las piezas importantes, sobre todo en el inicio de la campaña. Sin embargo todo se torció en su debut. A los 19 minutos fue expulsado en Leganés, lo que le supuso dos partidos de suspensión y otros tres en el banquillo sin la ocasión de saltar al césped.

Los goles fueron su redención y en su regreso a la titularidad hizo estallar El Plantío en el duelo provincial ante el Mirandés. Un gol suyo en una estrategia dio la victoria al Burgos CF. Se sacó la espina y empezó a tener mayor protagonismo. Incluso en el siguiente partido en El Plantío volvió a ver portería. Dio la vuelta a la tortilla y se ha convertido en un jugador importante en el esquema de Calero. Viene de marcar en el Fernando Torres y aportar su granito de arena a la victoria ante el Fuenlabrada.

«El comienzo no fue el esperado y es que las cosas no siempre salen como uno quiere. Lo que menos me imaginaba es que el día de mi debut en competición oficial me expulsaran por agresión. Fue un momento duro y jodido, porque no es el comienzo que deseas, pero al final trabajas, tratas de ser tú mismo y de hacerlo lo mejor posible. Todo eso me ha servido para poder ayudar al equipo desde dentro», comenta.

El paso de las jornadas permitió que Grego comenzara a «disfrutar» y está convencido de que lo sucedido en Butarque le ayudó a «mejorar y a aprender». «Hay que sobreponerse a las situaciones negativas que se van dando y encontrar la estabilidad que por suerte he encontrado», señala el futbolista.

Hace una valoración «positiva tanto en el plano individual como en el colectivo». Celebra la desahogada situación en la que se encuentra el equipo y está feliz por poder  vivirla desde dentro.

Goles. Son un aderezo a su aportación en labores defensivas. Como el equipo, Grego Sierra ha ido a más. Su objetivo en cada partido es «poner lo máximo al servicio del equipo». «Por suerte estoy pudiendo ayudar en el balón parado. Estoy contento de que esos goles hayan ayudado a sacar puntos y hayan permitido que el Burgos esté en la situación en la que se encuentra», responde.

La competencia en su posición está siendo importante y el baile de nombres en el centro de la defensa ha sido habitual, aunque el murciano se ha hecho un hueco y en estos momentos se encuentra por delante de algunos de sus compañeros. Lo que tiene claro el central blanquinegro es que «la fortaleza del Burgos CF es el colectivo».

«Es lo que nos hace competir al nivel que lo estamos haciendo. Todos estamos aportando desde donde nos toca y el compromiso es total por parte de todos. Se ha visto durante toda la temporada que da igual quien entre o salga. Hay un grupo sano y hay muchas ganas de que las cosas salgan bien. Eso está haciendo que  el equipo compita independientemente de quién juegue», declara.

Sabe que el objetivo está al alcance de la mano y habla de una situación «de privilegio», aunque advierte de que sería peligroso dejarse llevar y apuesta por «seguir empujando en las 12 jornadas que quedan».  «Las circunstancias son buenas, pero lo primero que hay que hacer es sellar la permanencia», expone.

Vencer a la Real Sociedad B el próximo domingo en El Plantío sería un paso casi definitivo para alcanzar la meta y Grego habla de un partido «importante», aunque también es consciente de que para el cuadro donostiarra es una final, con el peligro que eso conlleva para su oponente. Entiende que deben afrontarlo «desde la seguridad de jugar en El Plantío». «A este Burgos le da mucha fuerza jugar como local y habrá que tratar de conseguir tres puntos que serían importantísimos», explica

La afición. No le ha sorprendido la actitud que ha tenido la masa social a lo largo de la temporada. «Sabía que esta afición se volcaba y es que quizás esas dificultades que se han pasado en este club han provocado que ese sentido de pertenencia y la unión aumenten entre los seguidores. El apoyo que nos dan, ver cómo lo viven y cómo lo disfrutan te da un empuje y un chute de adrenalina que hace que te multipliques o que llegues a situaciones que en otras circunstancias igual no llegabas», manifiesta.Sobre todo destaca los desplazamientos, ya que asegura que verlos en la grada aporta al equipo tranquilidad y confianza. «Todas las aficiones rivales alucinan con su comportamiento y de que hemos estado acompañados en todos los sitios», finaliza el burgalesista.