El Colegio de Enfermería da un paso adelante «para que Burgos sea una ciudad más cardioprotegida» y coloca en la calle el primer desfibrilador semiautomático de acceso público, de forma que siempre esté disponible para quien lo necesite. «Es el primero de la ciudad que puede usarse sin necesidad de tener que acceder al recinto en el que está instalado, durante las 24 horas de los 365 días del año», destacan.
La organización profesional ha colocado el equipo en un lateral de la puerta de entrada a la sede, en el número 40 de la avenida Reyes Católicos. Y entre las razones que han motivado esta decisión, pionera, destacan los resultados de un estudio de la Fundación Mapfre y el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar: «Solo en cuatro de cada diez casos las personas que presencian una parada cardíaca en España realizan maniobras de reanimación cardiopulmonar, lo cual sitúa al país por debajo de la media europea en la actuación de testigos frente a ese tipo de emergencias».
A esta conclusión añaden otro dato estadístico, como es que el 60% de las paradas cardiorrespiratorias se producen en domicilios. «Saber reaccionar y tener preparación para hacer una reanimación básica, junto con el uso precoz del desfibrilador, triplica las posibilidades de supervivencia del paciente que sufre un paro cardíaco», concluyen.