El Grupo Ureta Tizona y el Unicaja han llegado a un acuerdo para la cesión del jovencísimo base Mario Saint-Supéry (Málaga, 2006), una operación que ya intentaron en verano y que no terminó de cristalizar.
La salida de Dídac Cuevas al Casademont Zaragoza obligó al Tizona a salir de nuevo al mercado de fichajes en busca de un base para completar la plantilla y ha encontrado una solución con la cesión de Saint-Supéry. El prometedor director de juego, de tan solo 17 años y 1,94 metros de estatura, no está teniendo apenas protagonismo en la Liga Endesa, aunque sí ha jugado más en la Basketball Champions League (BCL), donde su ficha de 'cupo' tiene un papel importante. De hecho, en verano no pudo salir por dicho motivo.
El entorno de Saint-Supéry, como insinuaba ayer en rueda de prensa Ibon Navarro, era partidario de que el joven talento abandonase el club en busca de más minutos, lo que le ayudará a continuar con su progresión, aunque al entrenador del Unicaja no le hacía tanta gracia su marcha. «Hay tres formas de ver las cosas. El entorno del jugador, al que solo le preocupa el chico; otra es el entrenador del primer equipo, que soy yo, para el que la prioridad es el primer equipo, no el chico. Y luego está el club, que tiene que tener una visión panorámica de todo», explicó Navarro, que habló también del asunto de los 'cupos' en Europa y concluyó diciendo que aceptará la decisión de su club.
Una vez concretada la cesión de Saint-Supéry, el Tizona se hace con los servicios de uno de los bases más prometedores del panorama nacional. Internacional con las categorías inferiores de la selección española, en 2022 logró la plata en el Eurobasket U16 y fue el MVP del torneo. Al año siguiente formó parte de la U18 y también se proclamó subcampeón en Serbia.
Pese a su juventud, se espera que Mario Saint-Supéry, que ya ha expresado sus "ganas de afrontar este nuevo reto" y de "trabajar duro cada día", tenga un rol importante dentro de la rotación de Diego Ocampo.