El Longevida San Pablo está todavía recuperándose del golpe que supuso caer en las semifinales de la Final Four el pasado sábado y, por tanto, del adiós al sueño de ascender a la Liga Endesa. Los burgaleses tendrán que intentarlo de nuevo la próxima campaña y ya están trabajando en diseñar un nuevo proyecto. De momento, solo Gonzalo Corbalán y Álex Barrera tienen contrato en vigor.
Corbalán se ha convertido en uno de los referentes del proyecto en los dos últimos años. Llegó cuando el San Pablo estaba en ACB y estuvo alternando entrenamientos con el primer equipo y partidos con el Nissan Grupo de Santiago, filial que compite en la Liga EBA. Tras el descenso, se fue haciendo poco a poco un hueco en la primera plantilla hasta convertirse en protagonista en el tramo final de la temporada 2022/23.
Su relevancia ha ido a más este año y es, sin lugar a duda, uno de los grandes pilares del equipo y de los jugadores más queridos por la afición. Su influencia en el juego ha sido brutal a lo largo de todo el curso y su crecimiento, exponencial.
Por suerte para el San Pablo, es uno de los dos jugadores que tienen contrato en vigor. El argentino firmó en su momento por dos años más (1+1) y podría ser de nuevo una pieza clave del proyecto, aunque en su contrato figura una cláusula de salida que deberá abonar el club que esté interesado. Sin duda, se trata de un escolta al que no le faltarán 'novias', a pesar de contar con el condicionante del pasaporte extracomunitario.
Aparte de Corbalán, Barrera también tiene firmada su continuidad por una temporada más. El capitán azulón regresó al San Pablo el verano pasado para llevar al equipo a la ACB, como ya hizo en 2017, pero no lo ha conseguido en ninguno de los dos años. Su rol en el equipo no ha sido tan diferencial, aunque es un veterano y un hombre de club.
El resto de la plantilla finalizó su vinculación con el San Pablo al concluir la temporada. Micah Speight, Roko Rogic, Edin Atic, Miha Lapornik, Ignacio Rosa, Jonathan Kasibabu, Siim-Sander Vene y Luke Fischer finalizan sus contratos, mientras que Dusan Ristic y Millán Jiménez concluyeron sus cesiones. Cabe recordar que el pívot serbio llegó en calidad de cedido a mitad de la campaña procedente del Lenovo Tenerife y el alero calagurritano también llegó a préstamo desde el Valencia Basket.
Por último, Jota Cuspinera se hizo cargo del banquillo hace tan solo dos meses, que fue el tiempo que firmó con el San Pablo, así que su futuro dependerá de si la dirección deportiva apuesta o no por renovarle.