El alcalde de Hacinas, José Ángel de Juan Olalla, acabó la tarde del domingo detenido por desacato a la autoridad al negarse a dar la orden de evacuación de los vecinos de su municipio. Según relataba él mismo, fue conducido al cuartel de la Guardia Civil esposado y allí permaneció durante horas. «Vino la Unidad de Policía Judicial de Aranda de Duero a tomarme declaración, me hicieron fotografías y me cogieron las huellas», añade. 

De Juan criticaba la descoordinación inicial del operativo, que provocó desplazamientos a su juicio innecesarios, puesto que hubo quien hizo los 21 kilómetros en coche hasta Huerta y luego se tuvo que volver a Hacinas, porque «allí no había nadie para atendernos», y de ahí al polideportivo de Salas de los Infantes. 

El alcalde de Hacinas protestaba por lo que consideró un sinsentido. «Si nos lleváis a Salas bien pero a Huerta de Rey no», asegura que les dijo a los agentes. Ayer por la mañana, mientras sus convencinos desayunaban en el polideportivo, mantenía esa opinión, que además trasladó al delegado de la Junta en Burgos, Roberto Saiz, y al consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, en presencia del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, Alfonso Martín. Los responsables políticos del operativo de la Junta de Castilla y León.

«La evacuación genera muchas molestias, enfado, pero el objetivo es salvaguardar las vidas humanas. Por eso la precaución y la prudencia», apuntaba Vázquez. En la misma línea, Saiz se mostró comprensivo con «las molestias y las incomodidades, en algunos casos por la teórica lejanía de los focos» pero convencido de que las medidas fueron proporcionadas a la complicada situación que se vivió durante la tarde del domingo.