Cualquier persona que se acerque a las inmediaciones de lo que será el nuevo hospital de Aranda de Duero, que se está construyendo entre la N-122 y la avenida Orfeón Arandino, podrá comprobar que las obras van a buen ritmo. «Parece magia lo rápido que van, hay mucha gente trabajando ahí dentro», constata un hombre que entretiene parte de su mañana a pie de valla. Una impresión que confirman desde el Ayuntamiento. «Hay cierto seguimiento, aunque corresponde a otra administración, nos van notificando la marcha de las obras y nos dicen que no hay ninguna incidencia y va todo según el calendario previsto», apunta el alcalde, Antonio Linaje.

Sobre el terreno, dos de los cuatro bloques sanitarios que conforman el edificio ya están levantados y se está trabajando, de forma paralela en la estructura de los otros dos y en el encofrado de la planta baja. Estas labores comenzaron con la cimentación hace cuatro meses y ya se encara la recta final de los trabajos en altura.

La magnitud de estos trabajos se aprecia por el importante movimiento de obreros que, incluso siendo agosto, están avanzando en la construcción de esta gran estructura, con el despliegue de seis grúas para poder llegar a todos los puntos del futuro edificio. 

De forma paralela, el Ayuntamiento también está trabajando en la infraestructura viaria que dará acceso a estas instalaciones sanitarias. La primera acción municipal se limitó a retirar las canalizaciones de la red de abastecimiento y saneamiento que discurrían por la parcela, unas obras que «ya están terminadas, sólo pendiente de recepción», puntualiza la concejala de Obras del Ayuntamiento de Aranda, Ana Hervás. 

Para más adelante, serán la administración local quien se encargue de la ejecución de las obras de urbanización tanto de las calles de acceso como de la rotonda que se servirá de acceso principal a las instalaciones en la confluencia de la N-122 y la avenida Goya. «La empresa adjudicataria ya presentó un proyecto de urbanización a principios de julio y se han pedido los informes precisos a los técnicos municipales», especifica Hervás en qué punto está este proyecto urbanístico. De todas formas, estos trabajos no se van a ejecutar en breve, para que el movimiento de maquinaria pesada no estropee las nuevas calles y aceras, sino que «la idea es de hacer los viales unos cinco o seis meses antes de que finalice la obra del hospital», concreta la concejala de Obras.

 Los trabajos para la construcción del nuevo hospital de Aranda comenzaron a principios de año y cuentan con un plazo para su conclusión de 42 meses desde la firma del acta de replanteo, que se realizó el 20 de octubre. Con esa marca en el calendario, si todo marcha como establece el plan de trabajo, la construcción del edificio deberá estar lista en abril de 2027.

Con una inversión de 108 millones de euros, el nuevo hospital tendrá una superficie de 48.294 m², algo menos de la mitad del total de la parcela en la que se está trabajando, que también tendrá que acoger los viales de acceso, cuatro zonas de aparcamiento diferenciadas y cinco amplios espacios ajardinados.  A la inversión en la ejecución de estas obras hay que sumar 1,8 millones de euros adjudicados por la Gerencia Regional de Salud en 2020 para la redacción del proyecto y la dirección facultativa, cifras a las que habrá que añadir, en su momento, el gasto necesario en montaje de mobiliario y equipamiento tecnológico y asistencial para poder poner en funcionamiento estas instalaciones, que vendrán a sustituir las del Hospital de los Santos Reyes que hace décadas que ya se había quedado pequeño.