La puerta para acceder al pasado del castillo

C.G. / Aranda de Duero
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Las últimas excavaciones en Torregalindo aportan luz sobre la entrada original a la fortaleza y el lugar en el que se ubicaba el aljibe para abastecerla

Los trabajos arqueológicos tienen como objetivo estabilizar y restaurar la construcción. - Foto: Patrimonio Global

Que los restos del castillo de Torregalindo se transformen en un espacio preparado para el turismo, se ha convertido en uno de los sueños del Ayuntamiento de este pueblo. Inmersos en el trabajo de recuperación de la fortaleza, el municipio se ha marcado un  objetivo clave: estabilizar la construcción para rehabilitarla y musealizarla. En resumen, poner en valor el patrimonio histórico del pueblo y aprovecharlo para potenciar la actividad cultural con eventos y otras actividades. 

Con una finalidad clara para el castillo se ha puesto en marcha un proyecto con diferentes intervenciones que van aportando luz acerca de la situación de las piezas más importantes de la construcción. Tras la última campaña, ya es posible señalar el lugar en el que se encontraban las puertas de acceso a la fortaleza. «Estamos en un proceso de reconstrucción en el laboratorio, necesitamos conocer cómo se ubicaban cada uno de los elementos para situarlos en el espacio y proyectar su rehabilitación», explica Ángel Palomino Lázaro, codirector de la excavación. 

«Conocer el lugar exacto en el que estaba colocada la puerta es un paso muy importante», añade el arqueólogo. Este acceso se encuentra intensamente desmantelado, hecho que según explica el codirector está directamente relacionado con el expolio realizado durante años por los habitantes del municipio, que utilizaban la construcción como cantera. «Hemos descubierto la puerta gracias a la base tallada en piedra en la que se aprecia el punto donde debía estar encajada», añade.

Los últimos descubrimientos  han aportado datos que han permitido conocer la disposición interna del recinto y los accesos al mismo. «El patio de armas estaba rodeado de diferentes habitaciones, que se encontraban precedidas de un espacio porticado que creemos que podía estar destinado a actividades de tipo artesanal», aclara Palomino. A su vez, se ha localizado el aljibe que suponía el principal suministro de agua para los moradores de la fortaleza. «Hemos descubierto el punto en el que se encontraba la estructura de abastecimiento, pero aún no hemos excavado esta parte», aclara Ángel Palomino.

De momento, la datación del castillo está a la espera de más información que pueda aclarar la fecha exacta en la que se construyó o si estuviera erigido sobre un asentamiento anterior. «Hemos constatado que la última fase de ocupación del castillo fue a finales del siglo XV, y también sabemos que en el siglo XII ya existía la construcción por el hallazgo de diferentes cerámicas en los tapiales, esperamos encontrar pronto datos que aclaren el origen exacto», comenta el codirector. «Uno de los siguientes pasos será consolidar la torre principal, para evitar que colapse», afirma Palomino.