Las monjas de Belorado echan a una delegación de la Diócesis

DB / Burgos
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Las religiosas, según ha comunicado la Archidiócesis, han asegurado que los enviados "no eran bien recibidos" y solo han atendido a la notaria, que les ha entregado los requerimientos civiles y canónicos. Ha tenido que intervenir la Guardia Civil

Sor Carmen Ruiz (d.), junto a Mario Iceta en una rueda de prensa el pasado mes de mayo. - Foto: Valdivielso

Crece la tensión en la Iglesia de Burgos. Una delegación del Arzobispado se ha personado este jueves a mediodía en el Monasterio de Santa Clara de Belorado para entrevistarse con la exabadesa sor Isabel.

Según relatan desde la Archidiócesis, la visita ha estado formada por Carmen Ruiz, secretaria de la Federación de Clarisas Nuestra Señora de Aránzazu, Rodrigo Sáiz, apoderado del Comisario Pontificio y Carlos Azcona, notario del Tribunal Eclesiástico.

Además les ha acompañado la notaria María Rosario Garrido.

Las monjas, según transmiten desde la Diócesis, únicamente han recibido a esta última, a la vez que han transmitido al resto de integrantes que los otros tres «no eran bien recibidos». Mientras, Garrido les entregaba a las religiosas en rebelión los requerimientos civiles y canónicos interpuestos contra ellas.

Con Ruiz y Azcona esperando extramuros, una patrulla de la Guardia Civil ha requerido a Rodrigo Sáiz que se identificara, ya que este permanecía en el interior del recinto haciendo valer el derecho que le asiste como apoderado del Comisario Pontificio.

La Benemérita, según la Archidiócesis, le ha comunicado que se le iban a practicar «diligencias a prevención» por permanecer dentro. Posteriormente tenían la intención de reunirse con las religiosas.

«La denuncia contra el Comisario Pontificio ante la Policía Nacional en Logroño, su posterior ratificación ante los juzgados de Burgos y el requerimiento de una patrulla de la Guardia Civil en Belorado, pueden interpretarse como gestos de hostilidad que manifiestan la nula intención de la comunidad de establecer cualquier diálogo con la persona designada por la Santa Sede y su equipo. Aun así, el Comisario Pontificio mantiene su voluntad de tender puentes y de encontrar vías adecuadas para alcanzar una solución», sentencian desde la Iglesia de Burgos.