Los vecinos y turistas de Frías no podrán tomar una copa en los bares a partir de las 0.30 horas los fines de semana y vísperas de días festivos -y de las 23.30 de domingo a jueves- ni sentarse en las terrazas por decisión municipal. El equipo de gobierno, liderado por el popular Tomás Pérez, así lo ha decidido -también obliga a recoger las mesas y sillas del exterior a diario- motivado por las «quejas» de algunos clientes del hotel rural y vecinos ante el «ruido» que soportan durante «noches concretas».
La modificación de la ordenanza fiscal reguladora de la tasa por ocupación de terrenos de uso público local con terrazas y estructuras auxiliares aprobada provisionalmente recoge, entre otros aspectos, que los hosteleros que incumplan las nuevas medidas se enfrentan a «sanciones» que «todavía están por determinar», declara a este medio el regidor.
Los horarios autorizados para el inicio de la actividad de terrazas y estructuras auxiliares -el documento no menciona la actividad en el interior de los locales- serán los mismos que correspondan a los establecimientos titulares de las licencias conforme a la normativa en vigor y según la categoría que ostente en cada momento. Se ampliarán una hora a partir del 1 de junio al 30 de septiembre (hasta las 0.30 horas de domingo a jueves y a la 01.30 los fines de semana y vísperas de festivos).
Los hosteleros con los que este periódico ha contactado se muestran «sorprendidos» por la decisión adoptada y aseguran que «desconocían» las nuevas medidas que les afectan directamente. María del Carmen, gestora del Bar-Restaurante Ortiz, recalca que «ningún» miembro del equipo de gobierno ha pedido su «opinión» para llevar a cabo la modificación. Salva, propietario del Mesón Fridas, lo sostiene y «desconoce el motivo» por el cual no ha recibido noticias a pesar de «atender en su local al alcalde y a los concejales prácticamente a diario», expone con cierta indignación. Él es uno de los que no recoge la terraza, «tampoco me lo han pedido», añade, aunque no pone resistencia por retirar sus diez mesas y las sillas todas las noches. Siente tristeza porque «el horario marcado por el Ayuntamiento limitará, considerablemente, el ocio nocturno del municipio».
Yolanda, madre del dueño del Bar-Restaurante Entre Pozas, situado en un entorno privilegiado junto a una de las casadas de Tobera, manifiesta que la modificación de la ordenanza «no alterará el negocio» porque no suelen «cerrar más tarde de las 22 horas al no servir cenas».
Prohibido poner altavoces. La normativa también contempla la prohibición de colocar equipos de reproducción o amplificación sonora en la vía pública que en ocasiones, «sobre todo en verano», detalla Pérez, «ha interrumpido el sueño» a más de una persona. Por otro lado, el titular de la licencia deberá realizar todas las tareas de limpieza necesarias en las terrazas al terminar la jornada. No será necesario que guarde los elementos auxiliares en el interior del local y estará permitido que queden apilados en la vía pública, siempre que no supongan un obstáculo para el tránsito de peatones.