Miguel Ángel de los Mozos cumplirá su segundo año al frente de la Vuelta a Burgos. No le da importancia ya que lleva 34 años trabajando en la organización de esta carrera. Él es el máximo responsable de las numerosas novedades que presenta este año la carrera. Recuerda que las Olimpiadas han marcado el calendario y asegura que el objetivo para esta edición ha sido buscar un mayor espectáculo e igualdad, sobre todo colocando la crono justo el día después del ascenso a Las Lagunas de Neila.
¿Cómo se presenta la Vuelta 2024?
El planteamiento es hacer una vuelta diferente. Como siempre buscar el espectáculo deportivo y para ello tenemos que buscar nuevos argumentos, etapas diferentes.
Es su segundo año como director general de la Vuelta. ¿Siente menos presión que el año pasado?
Igual que los 34 años anteriores. Esto es un trabajo de equipo, con una continuidad. Seguimos con la misma tónica. La responsabilidad del organizador siempre es muy grande pero no siento ninguna presión especial.
No hay que caer en la rutina y hacer siempre lo mismo»
¿Por qué estas fechas, entre lunes y viernes?
Está condicionado por la celebración de los juegos olímpicos, por la fechas del Tour de Francia y Vuelta a España. El calendario se ha reestructurado respecto a otros años, la Clásica de San Sebastián es el sábado. Por eso teníamos dos opciones, retrasarlo una semana y pegarnos a la Vuelta a España o hacerlo de lunes a viernes. Y decidimos esto último para que la gente se pueda ir a la Clásica de San Sebastián.
Volviendo al recorrido, el cambio ha sido radical respecto a los últimos años. ¿Por qué?
Tenemos una provincia con 14.000 kilómetros cuadrados, podemos hacer muchas coas, pero hay que caer en la rutina y no hacer siempre lo mismo, hay que introducir cambios. Buscamos el mayor espectáculo posible, este es el objetivo, tanto para el ciclista y el espectador. No podemos repetirnos, todavía tenemos cosas que explorar dentro de nuestra variada provincia. Vamos a mantener esa tónica de oxigenar, dar nuevos aires, hacer cosas nuevas dentro del territorio donde nos movemos.
Una de las grandes novedades es situar la etapa reina en la tercera etapa, justo antes de una crono individual. ¿Eso cambia la forma de plantear la carrera para los equipos?
Sí. En primer lugar lo hemos cambiado porque Neila siempre era la última etapa pero esta vez está la cercanía de la Clásica de San Sebastián, que es al día siguiente. Y en segundo lugar queríamos darle un aire diferente a ese concepto de renovar recorridos y hacer una carrera más abierta. Ponemos la etapa reina a mitad de semana y al día siguiente una crono muy dura y por lo tanto se va a definir mucho quién ganará la Vuelta. Pero no olvidemos la última jornada, con un recorrido muy propicio para escapadas y desconocido para todo el mundo.
Pero a usted nunca le han gustado las cronos individuales, de hecho no se celebraba una desde 2014.
Hay dos conceptos. Organizar una crono individual supone una logística muy compleja, pero nos gusta la contrarreloj porque mide la fuerza real de cada ciclista. Hay que tener etapas para esprinters, para gente de montaña y también para gente de contrarreloj. Creo que este año el ganador de la Vuelta a Burgos va a ser un ciclista más equilibrado.
Hemos puesto Neila antes de la crono para hacer la carrera más abierta. Creo que este año ganará un ciclista más equilibrado»
Llama la atención la llegada en Treviño. Parece casi una decisión política.
La Vuelta a Burgos la organiza una institución, la Diputación, la única institución en España que organiza una prueba deportiva de carácter internacional. Creo que es un territorio más que pertenece a la provincia de Burgos y nosotros vamos a intentar promocionar, poner en valor, que el ciclismo sea un vehículo de promoción de la provincia de Burgos. Si hay algo que significa el deporte es la unión de las gentes, de los territorios.
Insiste que esa etapa puede sorprender a muchos.
Sí, porque es un recorrido con carreteras estrechas, con muchos giros, cambios de aire y puede dar alguna sorpresa.
También han cambiado la llegada a Las Lagunas de Neila. ¿Por qué?
Es la dinámica que queremos trasladar este año a la vuelta, dar un espectáculo diferente. En Neila veíamos que todos los corredores se sabían al dedillo la llegada, dónde estaba la rampa del 16%, la del 12% y guardaban las fuerzas para esas zonas. Las diferencias entre los primeros eran mínimas. Hemos intentado cambiar esta dinámica, con una subida muy dura a Rozavientos, pero también una bajada a Quintanar que puede marcar más diferencias que subiendo si alguien arriesga, antes de iniciar la última subida. Es un cambio radical, para dar más espectáculo, que la gente no se acomode, y para abrir más las posibilidades a los ciclistas. En definitiva, no repetir siempre lo mismo, dar otro aire a la carrera.
En cuando a la participación se ha aumentado de ocho a trece los equipos World Tour.
Hemos visto que desde 2020, cuando la Vuelta a Burgos hizo la apuesta de seguir adelante pese al COVID, que los equipos vieron que esta es una carrera seria, con unas bases de organización, y para los equipos muy cómoda y segura. Hemos notado que los equipos están más receptivos y ahí está el palmares de la Vuelta a Burgos.
Treviño es un territorio más de la provincia y la Vuelta promociona toda la provincia»
La presencia de Sepp Kuss eleva aún más el listón.
Intentamos que los equipos traigan algunas de las figuras. Por ejemplo Evenepoel y Roglic ya han ganado la Vuelta a Burgos. Insisto, los mejores equipos del mundo tienen los mejores ciclistas del mundo.
Hay más candidatos que Sepp Kuss.
Entiendo que sí. Aquí la gente no viene a pasar los cinco días, vienen a hacer un test muy serio y la victoria es de prestigio. Entendemos que todos los primeros espadas de esos equipos van a venir a disputar la carrera.
Y pese a que en el palmarés de la Vuelta hay grandes nombres la Vuelta no consigue entrar en el World Tour.
El ciclismo se ha internacionalizado y en España ya existen cuatro pruebas World Tour y quieren explorar otros recorridos. Nosotros seguimos a lo nuestro, con calidad de organización, los mejores recorridos posibles, y el mayor cariño a los corredores.
El presupuesto es de 900.000 euros, ¿es rentable?
El presidente de la Diputación dijo, a través de un análisis de impacto en los medios, que si hubiese que contratar todo lo que ha salido sobre Burgos llegarían a los 18 millones de euros. Eso solo en el impacto en medios de comunicación. Pero si añadimos el dinero que la Vuelta deja en la provincia, en alojamientos, en gasolineras o establecimientos hosteleros, es rentable. Además es un deporte gratuito y estamos ofreciendo a la provincia, además de la promoción de nuestras riquezas, ver a los mejores ciclistas del mundo, en una época en la que a la provincia vienen muchos turistas