Jarell Eddie: «No vamos a bajar de ninguna manera»

CARMELO PALACIOS
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ENTREVISTA | El ala-pívot americano charla con Diario de Burgos sobre sus primeras semanas en el Hereda San Pablo, su adaptación, los objetivos, cómo ve al equipo y cuenta por qué su fichaje se produjo un mes más tarde de lo esperado

Jarell Eddie ve la Copa Intercontinental como una oportunidad perfecta para cambiar la dinámica negativa. "Nos puede dar energía positiva para el resto de la temporada". - Foto: Valdivielso

Jarell Eddie juega al baloncesto desde que tiene uso de razón. Con tan solo dos años ya mostraba interés y a los cuatro formaba parte de un equipo. Había visto por la televisión las finales de la NBA con su padre y supo que aquel juego de la pelota naranja era lo suyo. Entonces, su padre le compró una canasta oficial y se pasó las horas jugando en el patio trasero de su casa de Charlotte (Carolina del Norte), en la costa este de Estados Unidos. Empezó a destacar en cada categoría que competía, incluso con chicos mayores que él, y fue dando pasos hasta convertirse en profesional. «Siempre lo tuve claro», asegura. Llegó a jugar en la NBA con los Wizards, los Bulls, los Celtics y los Suns antes de dar el salto a Europa, donde se ha hecho un nombre tras brillar en el Estrasburgo francés, en la Liga Endesa con el UCAM Murcia y en la Euroliga con el Fenerbahçe turco. Hace unas semanas, regresó a España de la mano del Hereda San Pablo Burgos con el objetivo de ayudarle a salir del pozo.

¿Qué tal se está adaptando a su nuevo equipo?
La verdad es que muy bien. Los compañeros y todo el mundo están intentando que me acople cuanto antes. Ya he jugado en la ACB con anterioridad, así que sé de qué va esto. La adaptación está siendo buena.

Tuvo un inicio de temporada duro por culpa de una lesión de espalda que le obligó a pasar por quirófano, ¿la tiene ya olvidada?
Me siento muy bien. Estoy al 100%. Salgo a la pista, hago lo que quiero hacer y no me supone ningún impedimento.

Estuvo a punto de fichar por el San Pablo a principios de diciembre y se torció la operación a última hora, ¿qué pasó?
Hubo un problema sobre mi vuelta tras la lesión. El médico dijo que no había pasado el tiempo suficiente desde la operación para poder jugar. Podía correr, jugar y hacer cosas, pero no había jugado ningún partido y el médico quería que tuviera más tiempo antes de que volviera a competir al 100%. 

Al final, jugó con el Estrasburgo y lo hizo bien...
Sí, me fue bien, pero eso es lo que me dijo el médico y el San Pablo estaba esperando esa opinión.

Una vez aquí, ¿qué cree que le puede aportar a esta plantilla?
Quiero transmitir energía y actitud positiva todos los días. A eso hay que sumar lo que puedo hacer en la cancha: abrir el campo, ayudar a mis compañeros y espero que traer también alguna victoria. (sonríe)

Ha fichado por el doble campeón de Europa de la temporada pasada, pero la situación es muy distinta esta campaña porque el San Pablo está en descenso, ¿qué le ha motivado para venir a Burgos?
Quería volver a la ACB. A mi mujer le encanta España. Fue fácil decidirme en cuanto se presentó la oportunidad.

Llegó en enero, viajó a Estambul, pero no pudo jugar la repesca porque el San Pablo había agotado los cambios en la primera fase de la Basketball Champions League, ¿fue frustrante no poder ayudar al equipo?
Totalmente frustrante. De hecho, cuando firmé pensé que iba a poder jugar directamente en la repesca contra el Darussafaka. Así que cuando llegué aquí y me dijeron que no podía fue decepcionante. Me acababa de clasificar con el Estrasburgo y dije, bueno ahora lo hago con el Burgos y todo bien, pero no pudo ser.

¿Se le pasó por la cabeza cuando fichó que el San Pablo podía quedarse fuera de la Champions?
No, para nada. Teníamos un 1-0 a favor contra el Darussafaka y, además, en ese momento creía que podría jugar. Pensaba que íbamos a pasar, pero la realidad es que fue una situación difícil por el cambio de entrenador y los fichajes.

¿Qué ánimos se encontró en el vestuario a su llegada?
Fuera de la pista todo el mundo transmite buena energía y va a los entrenamientos con ganas, pero luego cuando estás dentro del partido la energía es un poco más baja de lo habitual. Quiero cambiar eso y traer más energía.

¿Por qué se produce eso?
Es duro cuando no ganas casi partidos. Como competidores, cuando tienes una temporada así, en la que pierdes muchos encuentros seguidos, es fácil sentir que va a pasar otra vez. Cuando llega ese momento en el que el rival te aprieta, vas 6 puntos abajo... puedes pensar que esto ya pasó la semana pasada y la anterior y la anterior... Se mete un pensamiento negativo en la cabeza y es lo más duro. Es luchar contra tu propia mente.

Uno mira la plantilla y ve a Vítor Benite, Alex Renfroe, Jarell Eddie... parece que talento hay de sobra ¿no?
Sí, señor. 100%.

¿Ve a este plantel preparado para salvarse?
No vamos a bajar de ninguna manera. Es lo que pienso. Siento que nos vamos a conjuntar como equipo, vamos a empezar a jugar mejor, vamos a ganar partidos y saldremos de esa situación.

Todavía no ha conseguido ganar como azulón, ¿qué le falta al equipo para lograr una victoria?
Creo que solo nos falta tiempo. Somos un grupo nuevo y tenemos que amoldarnos unos a otros. Esta última semana de entrenamientos ha sido muy buena para nosotros porque hemos aprendido lo que el entrenador quiere de nosotros mucho mejor. Las cosas están mucho más claras ahora y solo necesitamos acoplarnos.

¿Le trastocó que se aplazara el compromiso del domingo contra el Gran Canaria?
Ha sido decepcionante saber que no íbamos a jugar. Como te he dicho antes, hemos entrenado muy bien esta semana y estábamos trabajando camino de la victoria, así que cuando se canceló fue un chasco. Hubiera estado bien competir y ver en qué lugar estábamos en comparación a la semana pasada.

Tras ese aplazamiento, la siguiente cita es la Copa Intercontinental, ¿cómo afronta ese torneo el vestuario?
Siento que es una magnífica oportunidad. Después de entrenar bien esta semana, la Intercontinental es una buena oportunidad de jugar fuera de la ACB, ganar confianza, ganar algunos partidos y levantar el trofeo. Eso nos puede dar energía positiva para el resto de la temporada. Lo veo como una oportunidad perfecta.