El concejal de Movilidad y Tráfico, José Antonio López, ha detallado esta mañana que el Ayuntamiento desestimará las tres alegaciones presentadas al texto de la ordenanza para la implantación de la futura Ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) y que fue desarrollada por el anterior equipo de Gobierno, que fue quien con sus votos logró aprobar la normativa municipal de manera inicial.
López ha sido muy crítico al denunciar que la ordenanza se realizó "de prisa y corriendo", para salvar la suspensión cautelar ordenada por los tribunales y sin que la misma contenga un régimen sancionador. Lo que harán es repensar cómo se pondrá en marcha la implantación del también llamado 'Burgos Central'
Esto quiere decir, según la interpretación que hacen en el Ejecutivo municipal, que el Ayuntamiento no podrá multar a aquellos vehículos que entren en la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) los días en que se restrinja el tráfico ante una alta contaminación del aire.
Con todo, López afirmó que la intención del nuevo equipo de Gobierno no es la de sancionar ya que su idea es salvar la exigencia normativa para la implantación de la ZBE. Una vez aprobada la ordenanza por el Pleno llegará el momento de tomar decisiones con respecto a un contrato que está paralizado y que contempla la ejecución de una inversión de alrededor de tres millones de euros (la mayoría de ellos financiados con fondos europeos).