Misteriosa fuga de agua en una de las lagunas de Neila

P.C.P.
-

La Laguna de los Patos ha perdido casi 2 metros de altura en apenas una semana sin que la Junta acierte a explicarse las causas ni haya encontrado aún el punto exacto de la filtración

El helicóptero de la Vuelta Ciclista de Burgos daba vueltas una y otra vez sobre el parque natural de las Lagunas de Neila y mostraba el circo glaciar en todo su esplendor, verde brillante debido a las abundantes lluvias caídas hasta bien entrado el verano y con mucha agua. Si la etapa reina de la ronda morada se celebrase hoy, una imagen llamaría poderosísimamente la atención y no precisamente para bien. En poco más de un mes, el aspecto de la Laguna de los Patos se aproxima más al que tenía el cercano pantano de Mansilla, en la comunidad de La Rioja, el año pasado con todo el pueblo abandonado al descubierto por la falta de lluvias.

Sin embargo, basta acercarse a la vecina Laguna Brava para confirmar que no hay sequía. ¿Qué ocurre entonces? Por el momento, es un misterio el motivo por el que esta laguna ha perdido más de 175 céntimetros de altura con respecto a las cotas normales para esta época del año.

En el Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León reconoce que se ha constatado una «bajada desproporcionada y anormal del nivel del agua», sin que hasta la fecha se haya podido determinar el punto exacto de la filtración y las causas que han dado lugar a la aparición de la misma. Los técnicos de Medio Ambiente fueron alertados por el Ayuntamiento de Neila nada más detectar el problema. El alcalde de la localidad, Máximo Rubio, confirma la preocupación que esta fuga de agua ha despertado no solo en el municipio, sino en el entorno puesto que las lagunas son el gran punto de atracción turística de la zona. El regidor asegura que la mayor perdida ha debido de ocurrir en apenas una semana.

Los representantes municipales realizaron una visita conjunta con los técnicos el pasado 18 de septiembre. A las 11 de la mañana colocaron varias marcas del nivel del agua con testigos y spray sobre alguna piedra al objeto de poder realizar un seguimiento del comportamiento de la laguna. 24 horas después regresaban a la zona para medir que el nivel de las aguas y comprobaban que había seguido bajando, concretamente una altura de unos 5 centímetros, lo que calculan equivale a unos 65 metros cúbicos de agua.

Del mismo modo, inspeccionaron también el perímetro de la laguna y descubrieron un manantial de aguas debajo, que habitualmente carece de caudal en esta época del año «lo que hace sospechar que efectivamente esta surgencia de agua proviene de la filtración», explican desde de Medio Ambiente.

punto de fuga. «Todo parece indicar, prosiguen, que se trata de un fenómeno natural», pero en cualquier caso reconocen que existe un serio riesgo de pérdida considerable de las dimensiones de la laguna. Sin embargo, aún es pronto para determinar si resultará adecuado revertir la situación, una vez que se detecte el punto de la filtración.

El Servicio de Medio Ambiente continúa realizando un seguimiento diario de la lámina de agua hasta que se produzca su estabilización definitiva un momento en el cual se procederá a buscar el punto de fuga y a tratar de determinar las causas.

Los testigos están colocados en varios puntos estratégicos, circundando la laguna y las marcas cada vez están más lejos del agua. La tierra de las orillas aparece cuarteada y los pies se hunden en el barro lo que indica qué hace no muchos días esas zonas aún estaban cubiertas por el líquido elemento.

Por el momento, en la zona ya han comenzado las especulaciones por parte de vecinos y caminantes. Una de las hipótesis más repetidas apunta a la posibilidad de que algún pequeño movimiento sísmico que se ha producido en el entorno de las localidades riojanas de Ezcaray y Canales en fechas pasadas haya podido afectar a las lagunas de Neila y abrir alguna falla o grieta por la que se escapa parte de la riqueza natural del parque natural. De momento, el resto de ellas no parecen perder agua.