Los partidos políticos que concurren a las elecciones europeas del próximo 9 de junio aceleran en sus respectivas campañas con el firme deseo de conquistar a los votantes en una convocatoria que, tradicionalmente, es la más desconocida y la que menos motiva a los ciudadanos.
Los bloques políticos, cada vez más distanciados y polarizados, sí coinciden en remarcar la trascendencia de estas elecciones aunque sea para defender sus discursos.Con todo, habrá que esperar para conocer si el marcado repunte de la participación vivido en 2019 fue fruto únicamente de las circunstancias puntuales o si también tuvo su efecto el mayor conocimiento del peso de las políticas europeas en el día a día de cada país.
Solo en la provincia de Burgos la participación creció un 13,8% aquel año con respecto a 2014. Un dato sobresaliente que hizo añicos la tendencia habitual para disparar las estadísticas. Algo insólito en la trayectoria histórica de las elecciones europeas, si bien hay que tener en cuenta que aquella última llamada a las urnas celebrada el 26 de mayo de 2019 coincidió con las elecciones municipales y autonómicas.
Este hecho explica, en gran medida, que más del 64% del electorado pasara por las urnas para elegir a sus representantes en el exterior. La cifra aumentó hasta el 66,7% en la capital, a años luz del 51% de 2014 que significó el peor porcentaje registrado desde 1987.
Atrás queda un ciclo político de cinco años marcado por el impacto de la pandemia en la sociedad, en la Sanidad y en toda la estructura económica del viejo continente. Precisamente, esa crisis propició las diferentes inyecciones de dinero procedente de fondos europeos para llevar a cabo diferentes actuaciones de alcance municipal, provincial, regional y nacional.
La capacidad de atracción de las elecciones al Parlamento Europeo también contará con otra referencia cercana, las Generales celebradas el pasado mes de julio. Entonces la provincia alcanzó una participación del 69,1% y en la capital el dato creció hasta el 73,3. Solo en una ocasión, en el lejano 1987, unas Europeas superaron el 70% de participación para entrar en un largo barbecho de 2004 a 2014. En las tres convocatorias celebradas en ese lapso nunca se superó el 53%.