Las huellas de su floreciente pasado son visibles, y no sólo por su plaza Mayor -la más grande de España porque fue escenario de las ferias más importantes de su tiempo- sino por los históricos edificios que salpican todo su caserío. La localidad vallisoletana de Medina del Campo fue uno de los centros neurálgicos del comercio europeo en el siglo XVI. Una villa próspera por su marcado carácter mercantil, un enclave poderoso, acaso el mayor de todos en el arranque de la Edad Moderna. Desde allí construyó todo un imperio un burgalés de Belorado: Simón Ruiz Envito. Mercader y financiero, fue un hombre adelantado a su tiempo, un pionero y un visionario de los negocios. Un hombre audaz que acumuló una gran fortuna y alcanzó enorme influencia, llegando a codearse con algunas de las familias más poderosas del viejo continente: los Lomellini, los Spínola o los Fugger. Casi nada.

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