El municipio de Los Barrios de Bureba atraviesa una situación económica complicada. La obligación de devolver a la Junta de Castilla y León 41.000 euros de una subvención concedida en 2021 para mejorar la accesibilidad del edificio colindante al Ayuntamiento «nos deja prácticamente en quiebra», lamenta Daniel Fontes, el alcalde. Las obras de instalación de un ascensor en el inmueble que adquirió por 18.000 euros la anterior corporación no las han justificado a pesar de que solicitaron «dos prórrogas» para ejecutarlas.
El regidor expone que la cuantía a reintegrar corresponde con «casi una sexta parte del presupuesto municipal», por lo que han alcanzado un acuerdo con la administración regional para saldar la deuda. «El plazo para finalizar las actuaciones finalizó en octubre de 2023, pero ese dinero lo emplearon para otros asuntos. Pagaremos 2.000 euros al mes durante casi dos años, pero nos quedamos sin instalación», añade.
La rehabilitación del inmueble por fases comenzó hace años y la prioridad por aquel entonces se centró en trasladar de las afueras de la localidad hasta la edificación el ambulatorio, las oficinas municipales y acondicionar un espacio como sala de usos múltiples. El Consistorio «ha estado a punto de declararse insolvente», manifiesta, apurado, Fontes, que confiesa que en el momento en el que tomó posesión «solo había 1.000 euros en las cuentas municipales». Denuncia que, además de este contratiempo, los «proyectos de los Planes Provinciales» de 2022 -el arreglo de caminos rurales y terminar la fachada de la vivienda en cuestión- tampoco se habían ejecutado al completo, a pesar de que la «subvención de 50.000 euros sí se había cobrado».
Asimismo, reconoce haber recurrido a la Diputación y solicitado una prórroga hasta octubre para disponer de tiempo suficiente y llevar a cabo los proyectos presentados a la convocatoria de Planes Provinciales de 2023.
Hacer frente a los problemas que arrastra el Ayuntamiento está pasando factura al joven alcalde, que asegura que peleará para «solucionarlos» aunque ello conlleve «aprobar recortes que no gustan». Por el momento, la plantilla de empleados se ha reducido y tan solo mantienen su puesto de trabajo la secretaria, administrativa y alguacila. Asimismo, el presupuesto destinado a la organización de las fiestas patronales del mes de agosto disminuyó el pasado año a la mitad, pasando de los 30.000 euros aproximadamente a los 14.000. El alcalde duda que las circunstancias mejoren rápido como para invertir en ocio lo mismo que antes de la pandemia y adelanta que «no habrá demasiados cambios con respecto a las anteriores, aunque nos encontramos a expensas de recibir noticias de la instalación de los paneles fotovoltaicos por parte de Solaria».
Inversiones para 2024. Con un presupuesto aprobado de 310.000 euros y un capítulo de inversiones de 55.000 «poco podemos hacer», aclara el regidor. No obstante, el municipio sí tiene la capacidad para destinar 20.000 euros a la mejora de la calle Camino de la Magdalena, 10.000 para construir las escaleras del edificio de la plaza Mayor, otros 10.000 para reparar el muro del cementerio y la misma cantidad para instalar bombas en el depósito de agua. Para la restauración del frontón irán otros 5.000.