El pleno aprobó este lunes una subida media del 5% de las tasas de la Escuela Municipal de Música Carmelo Alonso Bernaola, aunque no afectará a todos los estudios musicales por igual. Reducir el déficit de 230.000 euros que cada año supone este servicio está en el origen de la decisión del equipo de gobierno que preside, Isaac Angulo, quien admite que va a «estudiar la revisión de otras tasas, porque no se tocan desde 2011 ó 2012, en algunos casos», y solo el IPC ha crecido un 20%, lo que dispara su déficit. Los impuestos, como el de vehículos o el IBI, que igualmente superan la década congelados, también están en el punto de mira del grupo de gobierno. «Se deberían ajustar a la realidad, si queremos servicios de calidad», dice el regidor, que avanza que el Consistorio va a tener que afrontar fuertes inversiones, como la adaptación de las piscinas del Náutico a la normativa sanitaria, con coste de un millón de euros.
Angulo fue muy crítico con el gasto que suponía al Consistorio la Escuela Municipal de Música, cuando se sentaba en la bancada socialista de la oposición. Pero tras alcanzar la Alcaldía en 2015 revisó sus tasas en 2016 y no las ha vuelto a tocar en medio de un ascenso de la matrícula que supera los 200 alumnos. El desfase entre ingresos y gastos del centro municipal era de 163.000 euros en 2017 y el pasado año había crecido a 230.000, mientras que los ingresos del mismo periodo solo han subido de 93.000 a 98.000 euros, a pesar del incremento de alumnos.
La actualización de las nóminas de los profesores, seis a jornada completa y cinco, a jornada parcial, junto con el aumento de los gastos de electricidad, calefacción y otros explican que la aportación municipal a la Escuela de Música haya crecido un 40% en los últimos años. El alcalde quiere recortar esta brecha y anuncia que, una vez se vean los resultados económicos del próximo curso con el cambio aprobado, se estudiarán nuevos ajustes para ir «poco a poco» reduciendo el déficit y lograr que el Consistorio solo tenga que aportar la mitad del coste de la escuela, que ahora serían 164.000 euros, y las familias, la otra mitad. «No vamos a ajustar en un año lo que no hemos revisado en los últimos siete, pero las madres y padres de alumnos tienen que entender que han de pagar un poco más cada año», concluye el regidor.
Así, el próximo curso subirán casi todos los conceptos, pero algunas asignaturas mantendrán las tasas, así como el alquiler de instrumentos, que no se encarecerá. En apoyo a las familias, la Escuela va a ser intermediaria entre la editorial de los nuevos libros y los padres, lo que les supondrá un ahorro cercano a los 45 euros por cada alumno.
Compensar el IPC. Al nivel de la Escuela Municipal de Música, otros servicios, como el de las piscinas climatizadas y gimnasio municipal engrosan cada ejercicio el de los más deficitarios. «Las piscinas también has disparado su gasto de personal», afirma el alcalde, quien aún no ha hecho números para calcular el déficit de 2023. Tampoco ha revisado el déficit del servicio de recogida de basuras, con la misma tasa desde 2011, o de la depuración de aguas residuales, con una tasa de 2014, pero avanza que «lo tengo que estudiar».
En el apartado de impuestos, con un IBIque grava el 0,54% del valor catastral de las viviendas, cuando el máximo que permite la ley es del 1,2%, Angulo también recalca que lleva más de una década congelado y, «si desde 2017, el IPCha crecido un 20%, los impuestos deberían ajustarse a la realidad de los gastos municipales, si queremos servicios de calidad». En la misma línea se encuentra el impuesto sobre vehículos, en el mismo precio desde 2012.
Además de reducir el déficit de servicios, la necesidad de inversiones que no estaban programadas motiva al alcalde para estudiar la fiscalidad municipal. Yes que además de la reforma de las piscinas de verano del Náutico, está pendiente de conocer el coste final de la adaptación de la centenaria plaza de toros a la normativa.