La AP-1, una ratonera de 15 kilómetros

I.E. / Burgos
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Primer gran atasco del 'verano' tras un deslizamiento del firme. La Guardia Civil de Tráfico desviaba ayer la circulación en Briviesca a la N-I, pero la autopista estuvo colapsada prácticamente toda la tarde. Los usuarios permanecieron parados horas

La cola de coches y camiones que se formó en la calzada en sentido norte fue kilométrica. - Foto: Alberto Rodrigo

Llega el verano y la temporada alta de atascos en la AP-1. Desde su liberación en diciembre de 2018 no hay época estival que se libre -salvo la de la pandemia, y solo en parte- de los embotellamientos continuos en la autopista. Ayer tuvo lugar otro y fue de los gordos, debido al corte de tráfico que hubo que establecer en el kilómetro 36 por culpa de un deslizamiento del firme en la calzada que discurre en dirección norte.

La Guardia Civil desvió la circulación en Briviesca -en el punto kilométrico 29- hacia la N-I, pero el embudo que se formó en la capital burebana fue de tal calibre que en la doble vía el atasco fue kilométrico, con cientos de coches y camiones parados durante horas. Y la Nacional tampoco pudo absorber con fluidez todo el tráfico, de manera que la circulación fue muy lenta hasta Pancorbo, el lugar donde la Benemérita volvió a dirigir los vehículos hasta la autopista.    

Un episodio negro más en la larga lista que se inició después de la supresión de los peajes, hace casi ya 5 años, en una AP-1 que no reunía ni reúne las condiciones para asumir todo el tráfico que con anterioridad iba por la carretera. Ni tercer carril ni nuevas conexiones. Y lo que queda, si bien en los últimos meses el Ministerio de Transportes ha hecho algunos avances en ambos proyectos.

(Más información, en la edición impresa de este martes de Diario de Burgos)