El crecimiento del fútbol femenino burgalés es innegable, el entusiasmo es contagioso y las posibilidades actualmente son muchas, aunque no infinitas. El 2024 promete ser el año del Capiscol CF y la tendencia emergente está preparando el terreno para cambios y progresos aún mayores, aunque esta entidad lleva más de una década y un lustro apostando por ello.
El club rojillo actualmente cuenta con 115 jugadoras distribuidas en siete equipos, un aumento de al menos 20 jugadores, lo que supondría un plantel más, como el que ahora gobierna la Regional Juvenil-Cadete de nueva creación. «Hemos entendido que este es nuestro techo para poder hacerlo bien», asegura el coordinador de la sección femenina del club rojillo, Moisés Ichaso. Y por el momento, la hoja de ruta se cumple: el primer equipo es líder de la Liga Gonalpi (Primera Regional) y puede optar al ascenso a Tercera RFEF y su filial en la Liga Doble G, también podría promocionar (ahora es segundo).
Los conjuntos infantil, dos alevines y un benjamín, «trabajan bien y podrían subir dentro de la escalera que hemos organizado en la estructura formativa. Y luego está el prebenjamín de carácter mixto», apunta.
Recientemente, el Capiscol CFha sufrido un cambio de directiva. Jesús Torres, tras varias décadas al frente ha decidido dar un paso al lado y conformar parte de la junta, pero ha pasado el testigo de la máxima responsabilidad a Javier Bustamante, que junto al patrocinador de Aislamientos Burgaleses, Alfredo Contreras, Perfecto Sendino y Colo conforman el departamento gestor para el buen funcionamiento del club con sus siete escuadras femeninas y sus 15 masculinas, coordinadas por Javier Rodríguez.
Otro de los empujes decisivos en el crecimiento de esta entidad es el apoyo recibido por parte del Deportivo Alavés. El pasado marzo firmó un acuerdo convenido con los babazorros.
Hasta la fecha varias burgalesas ya fueron a disputar torneos y a entrenar con las blanquiazules en Vitoria. «Nos piden jugadoras de diferentes años para verlas y hacer un seguimiento. También irán equipos enteros para ser partícipes de sus sesiones», advierte, además de impartir formación a entrenadores.
El director de la sección femenina del Capiscol confiesa que han dado un salto de calidad: «este verano han habido muchas jugadoras que han venido a sumar. Desgraciadamente a otras las hemos tenido que dar de baja. Hicimos pruebas de selección. También contamos con nuevos técnicos. Una de las cosas que están reafirmando todo esto es que con Abel Ruiz, responsable del Alavés, tenemos contacto diario», subraya.
El fútbol femenino tiene que seguir dando pasos hacia delante y que exista una nueva categoría para llenar ese vacío que suponía un gigante salto de infantil a sénior es muy positivo. «Los comienzos son difíciles y nos tenemos que amoldar. La lógica dice que si cada vez hay más chicas jugando al fútbol tiene que haber todas las categorías. Nos ha tocado en el 2024 empezar, pues mejor que en el 2034», enfatiza y añade que «cuanto antes paguemos el precio, antes estaremos mejor. Al principio las niñas se frustraban por encajar goleadas y ahora hay equipos femeninos que ganan ligas».
Alcázar y Burgos IFA han apostado este año por el fútbol femenino, el Burgos CF, el San Pedro y la Arandina mantienen su proyecto y el Capiscol aumenta, «esto es muy bueno para todos y ojalá haya más que se animen».
El Vadillos y el Juventud del Círculo, con gran solera en el masculino, podrían unirse en un futuro. «Es más complicado, puesto que todos los hijos de nuestros amigos juegan al fútbol, pero no todas las hijas juegan al fútbol. En los coles sigue jugando una niña con todos los niños, pero es verdad que si antes veías una en cada liga, ahora ya hay un equipo o dos íntegramente femeninos».
El objetivo de la sección femenina de este club, también involucrada con el barrio burgalés, «es mejorar lo que tenemos. Que las niñas estén más contentas y se sientan orgullosas de pertenecer al Capiscol. También aspiramos a conseguir el ascenso a Tercera RFEF y ser uno de los seis equipos mejores de Castilla y León, el filial que subiera a Gonalpi y el resto, seguir trabajando», concluye Ichaso.
En definitiva, marcar su propio camino, pero en línea ascendente.