La ola de movilizaciones de agricultores y ganaderos que se extiende por toda Europa llegará con fuerza al campo burgalés durante esta semana y la próxima. Los agricultores y ganaderos locales comparten muchas de las reivindicaciones que han encolerizado a sus colegas alemanes, franceses, italianos o belgas; arrastran años de malas cosechas y sequías; de precios por los suelos y costes por los cielos;de competencia desleal de los mercados exteriores y un hartazgo infinito por «los palos en la rueda» que están suponiendo las nuevas exigencias medioambientales de la Política Agraria Común (PAC). 

El campo está cansado, desanimado y muy cabreado. Hace tiempo que no salen los números de las tierras de labor o de las granjas y la situación va a ir peor con la apuesta de Europa por políticas que, a entender de los afectados, terminan con usos y labores tradicionales que han dado de comer a muchas familias en el mundo rural. 

Todo ese pesimismo se va a exteriorizar en varias movilizaciones y concentraciones que empezarán el martes 6 en Burgos capital (convocada por grupos de agricultores y la UCCL) y que se repetirá la próxima semana, apoyadas en este caso por las principales organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, y a la que también se ha invitado a la UCCL. Las protestas se extenderán por toda España y, previsiblemente, volverán a colapsar Madrid y Bruselas.

El mensaje que pretenden visualizar todas estas movilizaciones, resume Esteban Martínez, secretario provincial de Asaja, es que el sector primario, la base de la alimentación y el abastecimiento básico de nuestro país, es un sector estratégico y está en una grave crisis de subsistencia que pone en peligro los cimientos de nuestra economía y del bienestar de los hogares. «¿Nos hemos olvidado de lo importante que fuimos durante la covid?», recuerdan los convocantes.

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