A menos de media hora de Burgos, en Tamarón, cambió la historia en el verano del año 1037. Dos décadas después, dio un nuevo vuelco en Atapuerca. Este fin de semana coinciden las representaciones de esas dos batallas claves, que además comparten algunos personajes y un mismo vencedor.

Vermudo III (o Bermudo), el último rey descendiente de los visigodos, murió en suelo burgalés en el primero de esos enfrentamientos, contra el ejército de su cuñado Fernando I, conde castellano hijo del rey de Navarra. Tan solo 18 años después, el leonés vencedor de la Batalla de Tamarón se enfrenta a su hermano García III de Pamplona en Atapuerca para recuperar los territorios que había perdido al dividir su padre Sancho el Condado de Castilla en dos. Aunque él haría lo mismo después con sus hijos, ganó gracias a la traición de Sancho Fortún, y prosiguió la reconquista. Pero esa ya es otra historia.

Esta tarde, a partir de las 20 horas, se representa en Tamarón la contienda entre Vermudo III y Fernando I. El censo de la localidad apenas supera los 50 habitantes, pero en esta representación se vuelcan más de 70 personas, que recrean la historia y confeccionan la vestimenta de época de la mano de la Asociación Cultural Tamarón desde 2009.

El domingo Fernando I volverá al campo de batalla, esta vez en Atapuerca, donde habrá un mercado medieval en la plaza y un entrenamiento en la ladera de la iglesia de San Martín (13 horas), antes de la puesta en escena de la contienda (18.30). Al terminar, las tropas desfilarán hasta el municipio, donde actuará la batucada Gurús y bailarán los cuatro Gigantones.