«Si en julio la dotación económica de la Junta de Castilla y León sigue siendo cero, los trabajadores del Serla no cobrarán y tendremos la misma circunstancia que tuvieron en marzo». La caja del Servicio de Relaciones Laborales de Castilla y León vuelve a estar vacía. Los 400.000 euros inyectados de urgencia a principios de abril por parte del Ejecutivo autonómico se han acabado y el Serla vuelve a ver en entredicho su viabilidad financiera, tal y como denunció ayer el secretario de Acción Sindical y Diálogo Social de la UGT regional, Raúl Santa Eufemia. Una alerta que argumentó con un informe de la Intervención de la Junta de Castilla y León que reconoce que los fondos aportados al Serla se han agotado; que los 400.000 euros solo cubren el primer semestre; y en el que se insta a la Consejería de Empleo a «eliminar las dudas jurídicas» que sobrevuelan al Servicio de Relaciones Laborales, dado que ha pasado de no tener presupuesto a contar con 400.000 euros. Mientras, desde Palencia, el consejero de Industria, Comercio y Empleo, Mariano Veganzones, afeó a los sindicatos, por, según él, «no estar mucho por la labor de ahorrar, sino del dispendio del dinero público».
Esta situación no es nueva para el Serla, que lleva en la picota desde que a finales de diciembre se conociera que los Presupuestos Generales de Castilla y León no contemplaban ni un solo euro para la institución que media en los conflictos laborales. De hecho, en enero la Consejería aprobó el inició de la liquidación del Serla, aunque más adelante dio marcha atrás y redujo de 900.000 a 400.000 su aportación. Un dinero que, según la UGT, ya se ha acabado.
La comparecencia ofrecida por Raúl Santa Eufemia también sirvió para que el ugetista explicará lo ocurrido en la última reunión del patronato de la Fundación Serla, celebrada el pasado viernes, y que calificó como «kafkiana». El sindicalista argumentó que el traslado de las oficinas del Serla a la Oficina Territorial de Trabajo de Valladolid, en la calle Santuario, propuesta por la Consejería es algo «imposible» a corto plazo, y tachó de «bomba de humo» la propuesta de Empleo. No obstante, abrió la mano a sentarse a negociar con la Consejería para buscar un emplazamiento más barato, aunque aseguró que eso tardará «meses». «Llegaron y nos dijeron que votásemos 'sí' o 'no' al traslado, sin ningún informe, que eso ya vendría después», continuó Santa Eufemia, que lamentó que «están intentando secuestrar la institución al haber fracasado en su intento de liquidarla».
Un cambio de sede que el consejero de Industria calificó de «sentido común» porque supondrá el ahorro de un «coste extraordinariamente elevado» de hasta 110.000 euros anuales, aunque lamentó que los sindicatos parece que «no están mucho por la labor de ahorrar, sino del dispendio del dinero público».
Otro de las denuncias que puso sobre la mesa fue el hecho de que en la reunión del pasado viernes votara el actual director general de Industria, Jesús Jiménez Miguel, en lugar de Jesús Enrique Tauler, sin que previamente el patronato fuera informado ni diera el visto bueno a su incorporación como patrono. Igualmente, detalló que se ha propuesto mantener en el cargo al director y a la secretaria del Serla, pero sin ninguna competencia.