El área forestal de Espinosa de los Monteros «ha sufrido una profunda transformación de hábitos y de la percepción de lo que suponen los montes y, aunque todavía persiste en la zona pasiega burgalesa la costumbre de quemar, ya se hace con mucha menor frecuencia que en el pasado», según los responsables de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. A su juicio, esta zona ya ha superado «la mentalidad general de que los montes podían ser quemados sistemáticamente» para favorecer los pastizales y la ganadería y es ese avance es el que ha motivado la decisión de planificar ahora los futuros bosques de sus montes de utilidad pública. Se repartirán en las 29.551 hectáreas de la comarca forestal que engloba Espinosa, Sotoscueva, Montija y el Valle de Mena.
La Consejería de Medio Ambiente acaba de adjudicar a la empresa Albera Medio Ambiente la redacción de un Plan de Ordenación destinado a este ecosistema de Las Merindades a cambio de 295.000 euros. En un plazo de 19 meses estará listo el documento que según la Ley de Montes estatal es obligatorio para todos los montes públicos y privados. Sin embargo, la mentalidad predominante «hasta hace 25 años» y que se mantiene en Cantabria, según los responsables de la Administración castellanoleonesa, ha frenado hasta ahora la decisión.
Solo cuando «el uso del fuego es más racional se abren muchas posibilidades para efectuar una selvicultura más madura y sofisticada» y, además, «es cuando la ordenación forestal tiene más posibilidades de cumplir sus fines y de lograr organizar con éxito aprovechamientos y ecosistemas», continúa el mismo documento de la Junta. El objetivo será «optimizar la silvicultura para conseguir el máximo de beneficios ecológicos, sociales y económicos».
Así, diez montes del municipio de Espinosa de los Monteros, que suman casi 9.700 hectáreas contarán por primera vez con un modelo que marcará su futuro tras estudiar sus características. Asimismo, estrenarán por primera vez un plan de ordenación 40 montes del Valle de Mena que tampoco han contado nunca con él y suman cerca de 7.200 hectáreas.
Con el mismo trabajo se actualizarán los planes de ordenación del resto de la comarca forestal espinosiega que estaban a punto de caducar y se corresponden con los montes de la Merindad de Montija, la Merindad de Sotoscueva y de la Dehesa de Ordunte, en Mena. Todos ellos alcanzan las 12.750 hectáreas.
El nuevo plan, que servirá de base para los próximos 15 años, detallará información sobre el medio geoclimático, la propiedad de los terrenos, concesiones o sobre los aprovechamientos y trabajos realizados en esos montes. También incluirá una cartografía de unidades de vegetación y muchos otros estudios, como un plan general donde se analice «cuál será la tendencia o modelo que mejor responda al estado actual de los montes y a su posible evolución futura».
La Junta prevé continuar con «el régimen de claras y entresacas que se efectúan en la actualidad», pero también se analizará donde es necesario otro tratamiento, como las cortas o el aclareo intenso. El plan también determinará dónde crear nuevos pastizales para el ganado con desbroces de la vegetación y evaluará la conveniencia de plantar robles aislados en los pastizales. Asimismo, estudiará en qué lugares puede ser adecuado enriquecer una masa forestal existente con frondosas -roble, arce, sauce...-, en el caso de pinares repoblados, «especialmente si están muy afectados por alguna patología que haga temer su persistencia».