La obra de la A-73 Quintanaortuño-Montorio coge volumen

D.P.L. / Burgos
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Tanto los pasos inferiores como los tubos de drenaje transversal se van asentando sobre el futuro tramo de autovía a Aguilar, que, en principio, debería estar acabado en dos años

Una hormigonera transita por delante de uno de los ocho pasos inferiores que se están levantando en el tramo de la futura autovía. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Este mes de junio se cumple un año de la adjudicación de las obras de la A-73 para el tramo que separa las localidades de Quintanaortuño y Montorio. La unión temporal de empresas conformada por FCC Construcción y Construcciones y Obras Llorente se comprometió a realizarlas en 36 meses que comenzaron en octubre del año pasado, y ahora mismo los camiones y demás maquinaria trabajan sobre el terreno para hacer realidad la futura autovía.

Las labores que se están efectuando pretenden ser la continuidad del segmento que conecta Burgos con Quintanaortuño, donde la doble vía desaparece para dejar espacio a la N-627. Justo en este punto los topógrafos estaban realizando ayer diversas mediciones para establecer la profundidad del terreno una vez ejecutadas las excavaciones para introducir, bajo tierra, las estructuras de drenaje.

Estas tareas consisten en colocar tubos de hormigón armado de gran diámetro a lo largo de toda la plataforma con el objetivo de tomar el agua de los arroyos y cunetas y que no irrumpa en la doble vía.

La UTE ha empezado a su vez a construir los ocho pasos inferiores que permitirán el tránsito de animales, tractores o demás vehículos que acostumbran a hacer uso de los caminos. Estos pasos serán cubiertos en el futuro por la plataforma de asfalto. En alguno de ellos se podía ver ayer a grúas y operarios avanzando en el levantamiento de dichas piezas de hormigón.

Pese a la evolución de los trabajos, todavía queda lejos la culminación de todas las estructuras que se han proyectado: un viaducto sobre el río Ubierna, tres pasos superiores, ocho inferiores y un ecoducto sobre la traza de la autovía. Se trata de un falso túnel de 145 metros de longitud sobre el que discurre una plataforma de 80 metros de ancho, naturalizada con especies de plantas autóctonas que permita el paso habitual de la fauna. Será el primero que se ejecute en todo el territorio burgalés y tratará de garantizar la biodiversidad en el corredor entre los ríos Ubierna y Urbel. Para minimizar el impacto ambiental se ha ajustado el trazado hacia la vertiente oeste.

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