La Diputación de Burgos ejecutó el 79,32% del Presupuesto de 2023 y cerró el ejercicio en negativo, con 5,6 millones más de gastos que de ingresos, una liquidación que el equipo de gobierno considera "muy positiva", porque demuestra un elevado nivel de efectividad, si bien reconoce que ha entrado menos dinero porque se han dejado de percibir fondos Next Generation que sí llegaron en 2022 y no se ha solicitado ningún préstamo.

Frente a 129,7 millones de euros de ingresos (derechos reconocidos netos), 2023 se cierra con 157,8 millones de gastos (obligaciones) en el acumulado de Diputación, Sodebur e Instituto para el Deporte y la Juventud. "¿Esto es malo? Todo lo contrario, porque demuestra que el nivel de ejecución ha sido extraordinariamente alto", recalca el diputado de Hacienda, Jorge Castro.

Destaca que con respecto a 2019 se ha duplicado la cantidad que se invierte en la provincia y que se ha rebajado el nivel de endeudamiento del 26 al 22%, aunque ya adelanta que ese porcentaje subirá en los próximos años por el crédito que van a pedir para financiar el Plan Extraordinario de Carreteras, fundamentalmente.

"Gastando más, ahorramos más", presume Castro, para añadir que la institución provincial mantiene el periodo medio de pago a proveedores en 13 días, frente a los 30 que marca la ley. El remanente de Tesorería se reduce de los 35 millones de 2022 a 11,8 millones.