Sepp Kuss es la cara más reconocible en esta Vuelta a Burgos. El estadounidense, último ganador de la Vuelta a España, es un corredor carismático, que destaca no solo por su facilidad en los ascensos, sino por su simpatía. Llegaba ayer a la capital burgalesa y portará el dorsal '1', el que consiguió Primoz Roglic en la pasada edición. El listón está muy alto y sabe que será complicado llegar a esa altura. Reconoce que la competición castellana es «un test para la Vuelta a España», aunque añade: «También lo quiero hacer bien».
Sabe que será complicado que tendrá rivales importantes y por momentos se descarta para luchar por la general. Prefiere centrarse en esa tercera jornada de montaña y a partir de ahí ya verá. «Intentaremos hacer algo en Lagunas de Neila y veremos cómo estamos después de esa etapa. Llevo bastante tiempo sin correr y acabo de concluir una concentración en altura con varios de los compañeros que iremos a la Vuelta a España y lo que está claro es que Burgos es el punto final para prepararla», expone.
Sus sensaciones son «buenas, mucho mejores que hace un mes cuando tenía covid y no podía entrenar más de una hora». En los entrenamientos ha estado a un buen nivel, pero sabe que la competición no es lo mismo. «En las series más duras durante los entrenamientos me encuentro bien, pero la carrera es algo diferente», responde.
Intentaremos hacer algo en Las Lagunas y veremos cómo estamos después»
Habla de una ronda «completa» con terrenos para todos los gustos. «Para mí la crono será importante para saber cómo estoy. Habrá otros favoritos para la general, para mí esta carrera es más un test para comprobar mis sensaciones. Veo complicado el poder luchar por la victoria final porque el final en alto es bastante explosivo y la crono será la etapa decisiva», insiste el de Visma.
Sabe que el ganador deberá ser un ciclista que «se defienda bien en los puesto y haga buenas contrarreloj». «Este año no hay un Picón Blanco para que los escaladores puedan hacer más diferencias en la montaña», explica el ciclista.
Espera que la fortuna cambie y es que cree que a su equipo le ha faltado a lo largo de todo el año. «Para ganar cosas hay que tener salud y evitar caídas porque los márgenes entre los mejores son pequeños y hay que tener suerte para lograr las victorias. Queda mucha temporada y veremos cómo van las cosas», comenta.
No cree que en esta edición de la Vuelta a Burgos el Visma sea la principal referencia para conseguir la victoria. Pese a todo confía en que podrán hacer un buen papel en cada unas de las etapas. «Tenemos a Ben Tulett que va muy bien en la crono y es un corredor explosivo. También Cian Uijtdebroeks está en buena forma, pero creo que no somos los favoritos», concluye.