La Consejería de Sanidad considera necesario «reforzar» la vacunación frente a las enfermedades de las que protege la profilaxis denominada triple vírica (paperas, rubeola y sarampión) para conseguir unas coberturas tan altas de protección que impidan que estas patologías y, especialmente el sarampión, vuelvan a repuntar. Para ello, es necesario que más del 95% de los niños reciban las dos dosis de este fármaco y, sin embargo, desde el comienzo de la pandemia por coronavirus, este objetivo a duras penas se consigue en la Comunidad. Burgos es, de hecho, una de las pocas provincias en las que el año pasado sí se alcanzó, pero por la mínima. Y de ahí que se inste a las familias con hijos pendientes de completar pautas a pedir cita en el centro de salud y administrar la dosis que falte.
La triple vírica es una profilaxis que se administra en dos pinchazos: el primero a los 12 meses y el segundo, a los 3 años. El primer año de pandemia por coronavirus provocó un descenso generalizado de las coberturas vacunales, hasta el punto de que la provincia quedó por debajo del 95% de protección frente a enfermedades tan graves como la poliomielitis, desaparecida en España desde los años ochenta por la vacunación, pero en riesgo de repunte si se deja margen suficiente como para que los poliovirus causen enfermedad y puedan transmitirse con facilidad.
Esto mismo puede suceder con el sarampión, que es una enfermedad vírica y generalmente leve, pero potencialmente mortal y fácilmente evitable si se administran las dos dosis de vacuna, según se establece en los calendarios infantiles. Y eso es, precisamente, lo que no está sucediendo en Castilla y León, según observa la Consejería de Sanidad. Burgos, que es una de las que registró coberturas de protección más altas en 2022, consiguió que el 97,7% de los críos de un año recibieran la primera dosis, pero apenas el 95,05% recibió la segunda a los 3 años. El objetivo se cumple en la provincia, pero por muy poco. Y de ahí que los responsables en Salud Pública insistan en la importancia de incrementar el porcentaje de críos de tres años protegidos para dificultar que los virus que causan el sarampión provoquen enfermedad y se transmitan.
«El sarampión es una enfermedad potencialmente grave. Debemos conseguir que más del 95% de los niños y niñas se vacunen con dos dosis de la vacuna triple vírica», afirma la Consejería de Sanidad, destacando que el año pasado «casi lo conseguimos, pero es necesario reforzar la vacunación para no poner en peligro la eliminación del sarampión en España».
En toda la Comunidad se administró la primera dosis al 95,7% de los niños de 1 año, pero la segunda se quedó en el 93,7%.