Enresa dedicará 480 millones al desmantelamiento de Garoña

A.C.
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El subdelegado del Gobierno cree que el empleo que creará es «un parche» y apuesta por un plan alternativo «a lo grande»

El subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, desveló ayer una cifra que la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos, Enresa, no ha querido hacer pública a pesar de los insistentes intentos de DB por obtenerla. De la Fuente señaló a DB momentos antes de visitar la central nuclear junto al presidente de Nuclenor, José Ramón Torralbo, y su director, Miguel Ángel Cortés, que Enresa destinará 480 millones de euros al desmantelamiento de Santa María de Garoña, según indica el Estudio Básico de Estrategias para el desmantelamiento de la central nuclear. Este documento y el Plan de Gestión del Combustible de la planta fueron entregados el pasado 2 de agosto al Ministerio para la Transición Ecológica, que deberá darles su visto bueno antes de comenzar con la redacción de los proyectos definitivos y la petición de todas las autorizaciones que habrán de conceder tanto el Gobierno central como el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Las tres fases principales de los trabajos serán «un desmantelamiento inicial, las demoliciones y finalmente la recuperación del terreno», según explicó De la Fuente, quien situó la duración de los trabajos en 15 años. Las previsiones del subdelegado pasan por comenzar el desmantelamiento en 2020, aunque es poco probable que para esa fecha se hayan logrado sacar de la piscina del edificio del reactor los 2.505 elementos combustibles, residuos radioactivos de alta actividad, una tarea del predesmantelamiento que ha de realizar Nuclenor antes de transferir la planta a Enresa. El Plan de Gestión del Combustible es el que determinará de qué manera se sacarán esos elementos combustibles del edificio y si el Almacén Temporal Individualizado construido en Garoña tiene capacidad suficiente para albergar los más de 50 contenedores que serían necesarios para aislar esos residuos en el exterior. De momento, solo hay cinco fabricados y aún permanecen en las instalaciones que la firma Ensa tiene en Santander. Enresa pagará por ellos y otros equipos auxiliares 6,7 millones de euros. Nuclenor confía en poder comenzar a cargarlos de combustible en el «segundo semestre de 2019».

El subdelegado del Gobierno no avanzó información de cómo se gestionará el combustible de Garoña, pero si indicó que «está en estudio» y que el Gobierno «está barajando posibilidades» alternativas al Almacén Temporal Centralizado (ATC) que el Gobierno del PP proyectó en Villar de Cañas (Cuenca) para aglutinar en sus instalaciones todos los residuos de alta actividad de las centrales nucleares del país.

más allá de la zona amac. Pedro de la Fuente señaló que le resulta «gratificante saber que el desmantelamiento procurará empleo a la gente de la zona, pero eso no es más que un parche». A su juicio, «hay que pensar ya más a lo grande», incluso más allá del Plan de Reindustrialización que puso en marcha el Gobierno de Rodríguez Zapatero. «Cuando miramos la zona con perspectiva vemos que esto va más allá de los municipios de Amac y del Valle de Tobalina, estamos hablando de Las Merindades, Miranda de Ebro y La Bureba», indicó De la Fuente, quien manifestó que «hay que pensar, ya no solo en términos industriales, sino también culturales, sociales y en la nueva manera de entender la explotación de la tierra y del patrimonio, que es en lo que estamos».

El subdelegado, que participará activamente en «un programa político con el que pretendemos una recuperación para toda Castilla y León en términos de despoblación», avanzó que las ideas del Gobierno de Pedro Sánchez para revitalizar el entorno de Garoña pasan por «nuestras costumbres, nuestras tradiciones, nuestro patrimonio, servicios sociales entendidos de otra manera o la puesta en valor de cultivos alternativos».