El mapa de la contaminación acústica de la capital ribereña avisa: el 18,6% de la población de Aranda de Duero, eso son más de 6.200 personas, soportan niveles de ruido superiores a los permitidos para llevar una vida saludable, lo que equivale a superar los 66 decibelios de media a lo largo de todo el día. Según las mediciones realizadas para la actualización de este documento, comparada con la registrada en 2017 la contaminación acústica afecta a un 4% más de la población que hace cinco años y el 13% de las viviendas están rodeadas de entorno con un nivel de ruido elevado, lo que corresponde a 2.527 viviendas.
Esta situación ruidosa también afecta a espacios tan sensibles como los centros hospitalarios. De los dos edificios de este tipo testados, el Hospital de los Santos Reyes y la Residencia Asistida La Luz, en ambos «se superan en alguna de las fachadas los valores límite» y «se rebasan los valores límite para los cuatro indicadores de ruido», que corresponden a la medición de mañana, tarde, noche y la media de las tres. Estas mediciones se justifican por el elevado tráfico que soporta, por un lado, la avenida Ruperta Baraya, y la avenida Luis Mateos y calle General Gutiérrez en el otro supuesto.
Los centros escolares tampoco se libran de soportar un nivel de ruido inapropiado para desempeñar su labor y mantener la salud acústica de sus alumnos y usuarios. En el estudio se han tomado mediciones en 26 centros educativos, incluyendo colegios, institutos, guarderías y centros formativos. De todos ellos, hay 16 cuyo entorno supera los 66 decibelios de media a lo largo de todo el día, y en diez de ellos lo hace también en los horarios matutinos y de tarde.
Estos niveles de ruido se deben, en su mayor parte, al del tráfico rodado tanto por las calles del casco urbano como por las carreteras y travesías que discurren por el término municipal. En este tipo de mapas acústicos se suele tener en cuenta otros factores, como la actividad industrial o el tráfico ferroviario. Para la tipología de Aranda, el ruido provocado por el tren bobinero no se ha tenido en cuenta y «para el ruido debido a las actividades industriales no existe población expuesta, a consecuencia de las distancias que existen entre las áreas industriales y las zonas habitadas», por lo que no se ha contabilizado.
En cuanto a los puntos con mayor contaminación acústica, destacan todas aquellas vías de comunicación como la avenida Castilla, la calle Postas, San Francisco, Carrequemada, Santiago, la travesía de la N-122 y su continuación por la avenida Luis Mateos, la antigua N-I y el tramo de la Autovía del Norte que atraviesa el término municipal arandino. Sobre las empresas que más nivel de ruido provocan, los planos del mapa acústico de Aranda destacan Pascual, Michelin, GSK, La Harinera Arandina y la fábrica de piensos De Heus.