El solar tras el Callejón de las Brujas es un vertedero

C.M. / Burgos
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Los vándalos han roto parte del muro de ladrillo de Fernán González, lo que se aprovecha para echar basura en pleno Camino de Santiago, que es Patrimonio de la Humanidad

Imagen de degradación que ofrece el entorno con residuos y escombros de todo tipo. Al fondo, la iglesia de Santa Águeda. - Foto: Luis López Araico

El solar situado entre el Callejón de las Brujas (traseras de la iglesia de Santa Águeda) y la calle Fernán González se ha convertido en un vertedero a escasos metros de dos entornos Patrimonio Mundial, la Catedral y el Camino de Santiago. Los vándalos han roto el muro que en su día tuvieron que levantar los propietarios del terreno a instancias del Ayuntamiento, lo que ha hecho que se empiecen a depositar en la zona vertidos de todo tipo y condición. Con solo una ojeada pueden verse restos de obras, un lavabo, plásticos, latas y hasta un carrito de bebé. 

La Asociación de Vecinos Casco Histórico Alto ha trasladado el problema al Ayuntamiento para que busque una solución e inste a los propietarios de los solares a que arreglen el muro para frenar los vertidos. «No es normal que en pleno Camino de Santiago haya un vertedero incontrolado», apuntan. 

Cabe recordar que una lucha vecinal logró que los propietarios de las seis parcelas de terreno las adecentaran y eliminaran los apuntalamientos situados en la parte trasera de la iglesia de Santa Águeda para construir un muro de contención y permitir la reapertura de la calle Embajadores cerrada como medida de seguridad durante 14 años. El Ayuntamiento instó a los dueños a realizar las obras aunque no todos aceptaron y una parte se tuvo que hacer mediante una ejecución subsidiaria. Tras muchos tiras y aflojas se logró el objetivo. Se levantó un muro de ladrillo por la calle Fernán González y otro por la calle Embajadores y se logró reabrir el Callejón de las Brujas, donde se dibujó un mural recordando su origen medieval. 

En 2016 una promotora trató de levantar 16 viviendas en la zona, pero desistió de la licencia y lo volvió a intentar un año más tarde, pero también renunció. Lo cierto es que la parcela ha quedado como un borrón en pleno casco histórico de la ciudad y sin poder dar continuidad a los edificios del final de la calle Fernán González, que no ofrece la mejor imagen para los peregrinos que abandonan la ciudad por esta vía ni para los turistas se suben a la parte alta. 

Lo cierto es que la Asociación de Vecinos Casco Histórico Alto urge una intervención en este tramo de calle similar al anterior. El equipo de Gobierno del PSOE y Cs elaboró un proyecto para su remodelación pero con la llegada del PP a la Alcaldía se decidió aparcar el proyecto al no estar de acuerdo en eliminar las plazas de aparcamiento. Sin embargo, la degradación es cada vez más patente. Los cantos rodados que la conforman están cada vez más deteriorados, lo que hace que los peatones transiten con dificultad y también los vehículos.