La educación es algo tan importante que no puede estar solo en manos de los políticos". Con esta declaración de intenciones el profesor y autor del blog, Ayuda para maestros, Premio Internet 2023, Manu Velasco (Toreno, León, 1982) ofreció ayer en Burgos las claves para mejorar la docencia en una conferencia organizada por el colegio Saldaña dentro de los actos para conmemorar los 350 años de su creación.

Velasco apuesta por "cuidar a los profesores", reducir la ratio de las aulas y apostar por una educación más personalizada y de calidad . "No existe mayor innovación que respetar la diversidad de los ritmos de aprendizaje de los alumnos y nuestro objetivo como profesores tiene que ser que nadie se quede atrás. Necesitamos más recursos, una ratio apropiada y no este baile de leyes", señaló.

¿Y cómo se consigue este objetivo?: Escuchando a la comunidad educativa. "Yo tengo el nombre de una ley fantástica que se llama Loerece (Ley Orgánica de Educación que Realmente Escuche a la Comunidad Educativa). La educación tiene que ser personalizada".

En su opinión, los profesores deben motivar a los estudiantes convirtiéndose en expertos en "leer miradas" y ayudando a las familias. De ahí la importancia de educar en las otras TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación): "ternura, interés y cariño". "El vínculo que se establece entre el docente y los alumnos es fundamental. Un alumno no aprende de una persona que no le quiere, no le aprecia o por la que no se siente valorado ni escuchado".

Manu Velasco es partidario del uso de las tecnologías en el aula pero siempre que "estén al servicio del aprendizaje "nunca para distraer". "Es fundamental educar en el uso de la tecnología. Hay que hacer ver a los estudiantes los peligros escondidos que hay detrás de ellas. De lo contrario se educarán solos navegando por ese mar que es internet, que es maravilloso y en el que hay peces de colores, sirenas y defines, pero también piratas, tiburones, pornografía, sexting o grooming".

En este sentido, rechaza que menores con 8 o 10 años tengan teléfono móvil. "No es lógico que niños de 10 años tengan Instagram y consuman vídeos que no deben ver, dado que ello afecta a su autoestima y autoconcepto. Empiezan a normalizar cosas que pueden ser normales en las redes sociales pero no en la realidad. Es un gran peligro de cara a su futuro", concluyó el profesor.