Los populares lo fían todo a los pactos y achacan el castigo al «factor nacional»

I. Elices / Burgos
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Acuerdos. Lacalle confía en que Ciudadanos apoye la lista más votada. Aceptaría a la formación naranja en el equipo de Gobierno, pero ve más factible dirigir la ciudad en minoría con acuerdos puntuales

La voz rota de Javier Lacalle -totalmente afónico tras 15 días de campaña- fue la mejor metáfora para sintetizar la amargura que vivió ayer el PP tras protagonizar un «retroceso» en votos en la ciudad parejo al de 1999. En la provincia el desenlace de los comicios no fue mucho mejor. Yel presidente del partido así lo reconoció. «Hemos ganado las elecciones, pero no hemos obtenido el resultado esperado», afirmó. Y es que para gobernar el PP se verá obligado a pactar no solo en la capital sino en numerosos municipios. De ahí que César Rico, más que lamerse las heridas, esté pensando ya en el «margen de maniobra» que tienen los populares para llegar «a consensos con alguna otra formación política, bien como lista más votada o bien configurando otro tipo de mayorías».        

De las palabras de Rico se trasluce que la máxima preocupación del PP no es tanto analizar por qué ha perdido tantos apoyos en Burgos como sentar las bases para garantizarse gobiernos estables en minoría. De hecho, no tardó en recordar el «pacto del miedo» de 1999 -el del famoso tripartito de PSOE, IU y Tierra Comunera- y confió en que no se reedite de nuevo «porque supuso un retraso para Burgos durante 4 años». Así, expresó la esperanza en que la «vocación de progreso de la capital y otros municipios de la provincia» permita al PP formar gobiernos «para seguir avanzando». «No evoquemos fracasos con tripartitos o cuatripartitos que no van a ir a ningún sitio», manifestó.

En la ‘fiesta’ del PP en el Fórum Evolución la imagen de Lorena de la Fuente, número 10 en la lista del PP al Ayuntamiento capitalino, resumía el sentir de los afiliados y simpatizantes populares. Será concejal, sí. Pero le «sabe mal», según reconoció, porque no era un resultado que se esperara la formación.

El número uno de la candidatura, Javier Lacalle, encontró consuelo en los resultados de sus correligionarios en otros territorios de España. Así, no dudó en subrayar que el PP de Burgos «está seis puntos por encima de la media nacional» y que en ninguna otra capital su formación ha obtenido mayoría absoluta. Y como causa principal del «castigo» ciudadano a los populares apuntó directamente al «factor nacional», que ha supuesto «un retroceso para los populares en todos los ayuntamientos y en todas las comunidades autónomas». El regidor municipal eludió ayer efectuar ninguna autocrítica y achacó los malos resultados exclusivamente al mal momento del PP en el conjunto del país.

Aunque los contactos con Ciudadanos todavía no han comenzado -ayer Javier Lacalle aseguró que no había telefoneado todavía a Gloria Bañeres- el alcalde en funciones esbozó su estrategia para «ejercer la responsabilidad de gobernar la ciudad como fuerza más votada».

En referencia a Ciudadanos, indicó que el PP «no tendrá problema en que pueda haber un Ejecutivo municipal integrado por varias fuerzas políticas», si bien también puso encima de la mesa la posibilidad que parece más tangible en estos momentos, la «de gobernar en minoría con pactos puntuales sobre distintas cuestiones de la ciudad». «Durante la semana» los populares «hablarán con el resto de fuerzas políticas» y, según Lacalle, «habrá tiempo habrá para dialogar con todos y ver si hay posibilidad de acuerdos».

Lacalle no teme «en principio» que pueda fraguarse en Burgos un acuerdo entre Ciudadanos, PSOE e Imagina. Recordó las manifestaciones de Gloria Bañeres, cabeza de lista de la formación naranja, quien ha señalado «en más de un momento que debe gobernar la formación más votada». Confió en que «cumpla esta máxima de respetar la voluntad de la mayoría». Y pronosticó que «más que formar Gobierno» Ciudadanos «se inclinaría más por la opción de llegar a pactos puntuales con un Gobierno en minoría».

A Lacalle le preguntaron si conocía el programa de la formación de Albert Rivera para Burgos. Respondió con una frase muy ilustrativa al periodista: «Lo mismo que usted». Es decir, poco o nada. De ahí que después avanzara que en los próximos días tendrán que sentarse para «estudiar las propuestas de ambos partidos y las prioridades de cada formación».

Al menos el PP no se va a encontrar en la ciudad con el problema que se ha topado el PSOE en Andalucía, donde Susana Díaz aún no ha logrado los apoyos para ser investida. Entre otras cosas porque la Ley Electoral establece en los ayuntamientos que si en una primera votación no hay mayoría absoluta de ningún candidato automáticamente se proclama alcalde al de la lista más votada.

¿Y si hasta noviembre Ciudadanos no da su apoyo al PP en los Plenos? «Tenemos una mayoría importante y a partir de ahí habremos de llegar a acuerdos sobre distintas iniciativas y acuerdos con un interlocutor claro», en referencia a Ciudadanos, dijo Lacalle, quien subrayó que los burgaleses han apostado «por el diálogo y los acuerdos y eso es lo que habrá que hacer», indicó resignado.