Cómo será el tirón de Isabel la Católica a raíz de la exitosa serie de televisión que la comunidad de Extremadura presentará estos días en Fitur una ruta turística sobre la huella de la reina en esta región. Sucede que Castilla y León tiene una oferta así desde hace tiempo, lo que le da una clara ventaja; pero sucede, también, que esta es incompleta, según han denunciado varias localidades de la comunidad, obviadas en el diseño de la misma. Una de las agraviadas es Burgos, ciudad dispuesta a deshacer el entuerto.
En la Consejería de Cultura ya tienen la misiva que Fernando Gómez, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Burgos, ha remitido en este sentido.En ella, el edil reclama que la ruta «debe ser modificada, retirando de su publicación la actual para ser sustituida por una claramente más completa y no excluyente» y solicita formalmente «la modificación de la Ruta de Isabel y la inclusión de Burgos de manera formal y destacada, no, como se nos propone, de manera ‘complementaria’, pues sería a todas luces insuficiente».
Según la Junta, para la elaboración de la ruta y la elección de los lugares que en la misma aparecen se han seguido, básicamente, dos criterios: que se tratara de lugares relacionados con la ‘vida privada’ de la reina, y que fueran lugares emblemáticos que aún hoy ‘siguen en pie y son visitables’. Además, señala que se ha tenido en cuenta la cercanía geográfica, con el fin de proponer una ruta ‘real y realizable’. A este respecto, Gómez es claro: «Sinceramente consideramos que dichos argumentos son insostenibles para excluir a Burgos de la ruta», escribe en la carta.
Respecto al primer criterio, señala el concejal de Cultura que en Burgos hay varios lugares muy vinculados a la vida personal de Isabel la Católica, «destacando entre ellos la Cartuja de Miraflores y la Casa del Cordón. Ambos lugares perfectamente restaurados, visitables y en los que tanto instituciones privadas como públicas (especialmente la Junta de Castilla y León) han realizado cuantiosas inversiones para su conservación, mantenimiento y, en el caso de la Cartuja, musealización».
Abunda en su argumento Gómez: «En el magnífico palacio de la Casa del Cordón la Reina recibió a Cristóbal Colón tras su segundo viaje a América, pues fue lugar habitual de residencia de la reina y su esposo en sus estancias en Burgos, desarrollándose en ella gran cantidad de su actividad personal y, por supuesto, pública».
La Cartuja, fundamental
Pero, sobre todo, destaca la enorme vinculación que la Católica tuvo con un lugar concreto de Burgos: la Cartuja de Miraflores. Emplazamiento «que la reina eligió para el enterramiento de sus padres (Juan II e Isabel de Portugal) y hermano (el infante Alfonso), encargando para ello los quizá mejores sepulcros que se su época se encuentran en España. La elección del panteón familiar entendemos que entra de lleno en lo que podemos calificar como ‘vida personal’. Además, el retrato más fidedigno de la reina (obra de Juan de Flandes) se encargó en y para este monasterio, donde permaneció hasta 1845 y del que conserva una excelente copia», subraya el edil, que no olvida recordar en su misiva «que Burgos fue sede de la Corte durante una parte muy importante la guerra civil contra las tropas de ‘La Beltraneja’, entre otros momentos del reinado.
Sobre las distancias
En la carta, remitida a Javier Ramírez Utrilla, director General de Turismo de la Junta de Castilla y León, Fernando Gómez también hace alusión al argumento geográfico. «Respecto a la distancia entre los hitos de la ruta y la propuesta de que ‘sea real y realizable’, le señalamos que al tratarse de un ruta turística que no se efectúa andando (como es el caso de, por ejemplo, el Camino de Santiago), la distancia entre los lugares elegidos no es un factor determinante, siendo la importancia y significado de los mismos el criterio que debe primar. La Comunidad Autónoma es grande y, lógicamente, las distancias entre los lugares también lo son, por lo que si queremos ser rigurosos en la elección de destinos turísticos no podemos usar el criterio de distancia, o al menos no considerarlo como fundamental».